Alejandro Martínez Castañeda

Las cooperativas son entidades que trabajan para elevar el nivel de vida de sus socias y socios, pero también para apoyar a las comunidades en donde se localizan. El compromiso social de una cooperativa es que no puede permanecer indiferente a los problemas de la sociedad a la que pertenece, considerando que su filosofía se basa en los principios de solidaridad y promoción social.

De esta manera se pone en práctica el Séptimo Principio de las cooperativas: Compromiso con la comunidad: “La cooperativa trabaja para el desarrollo sostenible de su comunidad por medio de políticas aceptadas por sus miembros”, de acuerdo con la Declaración de Principios que establece la Alianza Cooperativa Internacional (ACI).

“Si bien las cooperativas están establecidas en primera instancia para el beneficio de sus miembros, no pueden olvidar que éstos viven en espacios geográficos específicos y en comunidades definidas y que la cooperativa como tal, está íntimamente ligada a su comunidad. Esta relación es de tal naturaleza que la cooperativa por su propia acción influye en la comunidad y ésta determina muchas veces la vida misma de la cooperativa”.

En ese sentido, el desarrollo socioeconómico de la comunidad donde tiene influencia determinada cooperativa se convierte en un compromiso de los socios cooperativistas, quienes orientan recursos y establecen estrategias de diversa índole para contribuir con el bienestar de su entorno social.

A la par de velar por el bienestar de sus miembros, las cooperativas tienen la responsabilidad especial de asegurar que el desarrollo social, económico y cultural de sus comunidades sea sostenido. “Tienen la responsabilidad de trabajar constantemente por la protección del medio ambiente de esas comunidades. Corresponde entonces a los socios decidir con qué grado de intensidad y de qué manera específica una cooperativa debería efectuar sus contribuciones a su comunidad. No es, sin embargo, una responsabilidad que los socios pueden dejar de aceptar”, coinciden en señalar los cooperativistas.  

El Séptimo Principio cooperativo refleja la política de la cooperativa donde lo esencial es generar una conciencia social sobre el impacto que produce el cooperativismo en las comunidades, con la idea de profundizar el modelo cooperativista como alternativa de transformación y desarrollo comunitario.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) consideran algunos ejemplos de los ámbitos donde pueden contribuir las cooperativas: 1) El empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género: Cómo utilizar la ventaja de las cooperativas en favor del apoderamiento de las mujeres y la igualdad de género; 2) El tratamiento de residuos altamente contaminantes combatiendo la informalidad en la gestión de residuos eléctricos y electrónicos; 3) La revitalización y fortalecimiento de las zonas rurales mediante cooperativas y otras empresas y organizaciones de la economía social y solidaria.

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