Fidel Rodríguez Ramos
Según la respetable opinión de los priistas, panistas, perredistas nos equivocamos en el 2018, al haber votado por Obrador, y en ello hay un mar de contradicciones, pues en el 2005 se aseguraba que quien desconociera los resultados electorales, cometía el más grave de los crímenes contra la democracia, todos observamos como en el Zócalo de la Ciudad de México se instalaron casas de campaña para exigir la renuncia de Obrador, y al no dar frutos esa acción se organizan caravanas de autos en distintas ciudades, como en Morelia, para lo mismo, para votar a Obrador del gobierno.
La llamada oposición no se mide, pues en el 2022 fueron a la casa de los gringos, para denunciar la mano del narco en las elecciones, donde se eligen nuevos gobernadores. Y a lo mejor cometimos un error, pues debemos aplaudir como en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) se vendió Teléfonos de México, la siderúrgica de Las Truchas en Michoacán (fiada y a un precio menor de su costo real), y lo más triste el señor Salinas vuelve una vil mercancía a la tierra que conquistamos en la Revolución, reformando con sus achichincles en el Congreso de la Unión y Congresos Locales el artículo 27 constitucional, y para más burla, logra que uno de los descendientes de Zapata estampe su rúbrica en un traidor documento. Salinas arremeda al jefe suriano dice: “Los que no tengan miedo que pasen a firmar”. Muchos en ese momento preguntan por el baño, para no ser cómplices de ese monumental atraco. Regala Cananea, una de las minas más grandes del planeta a uno de sus tantos amigos, al señor Alfonso Larrea.
Quien continúa escribiendo los años felices es Ernesto Zedillo, que entrega gran parte del sistema ferroviario a los norteamericanos, ellos lo disfrutaran por lo próximos ochenta años, importándole un comino que con ello se ponga en peligro la seguridad del país, pues si los gringos declaran la guerra, por ejemplo a Irán, los trenes serán una pieza codiciada para destruirla, evitando el transporte de mercancías, minerales, armas o medicamentos. Debemos brincar de gusto porque Zedillo, a nuestro nombre, rescata de la quiebra a una gran cantidad de bancos, que para acabarla de amolar pararon en manos españolas y yanquis, por el “rescate” hemos pagado más de un billón de pesos y aún resta entregarles, hasta el 2070, otro billón.
Muchos esperaban grandes cambios con Vicente Fox en el 2000, y lo único que logra es hacer perdedizos más de veinte mil millones de dólares, producto del incremento del precio del petróleo. A manos llenas sus hijos se llenan de dinero, gracias a los contratos que logran en Pemex e INFONAVIT. Y por supuesto no cumple aquello de que “en quince minutos arreglo lo de Chiapas”.
Felipe Calderón destruye la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, mandando a la calle a 40 mil electricistas. Quiebra Mexicana de Aviación, y lo más terrible, hace más cruenta la guerra contra el narcotráfico. Curiosamente su mero encargado de seguridad Genaro García Luna se encuentra preso, acusado, en los EUA de haber formado parte de un cártel. A él le sigue Enrique Peña Nieto, algo temerá pues se encuentra refugiado en España. En esos treinta años felices perdimos casi todo, el agua, el viento, los bosques, las piedras, las playas. Gracias al PRI, PAN y PRD treinta millones de mexicanos debieron fugarse hacia el norte, deseando un mejor futuro. ¿En el 2024 les volveremos a dar toda la confianza, sabiendo lo anterior?.