Alejandro Martínez Castañeda
Las cooperativas forman parte de un movimiento mundial que tiene un impacto social, económico y cultural para la sociedad, donde lo más importante es el bienestar colectivo por medio de la democracia económica. Este tipo de empresas sociales, más que perseguir la maximización de los beneficios individuales, buscan la mejora de las condiciones de trabajo en el territorio en el que actúan.
Como empresas propiedad de sus miembros, dirigidas por ellos y al servicio de estos, las cooperativas empoderan a las personas para que logren sus aspiraciones económicas colectivamente, al mismo tiempo que refuerzan su capital social y humano y desarrollan sus comunidades.
El modelo de negocio cooperativo se basa en valores y principios éticos. A través de la autoayuda y del empoderamiento, reinvirtiendo en sus comunidades y preocupándose por el bienestar de las personas y del mundo en el que vivimos, las cooperativas adoptan una visión a largo plazo sobre el crecimiento económico sostenible, el desarrollo social y la responsabilidad medioambiental.
Las cooperativas no son un fenómeno marginal, ya que, de acuerdo a cifras de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), más del 12 % de la población mundial es cooperativista de alguna de las 3 millones de cooperativas del planeta que generan unos ingresos de aproximadamente 2,14 billones de dólares, al mismo tiempo que suministran los servicios y las infraestructuras que la sociedad necesita para prosperar. Las cooperativas proporcionan empleo al 10 % de la población empleada.
De acuerdo con el World Cooperative Monitor (2020), las 300 empresas cooperativas y mutuales más importantes del mundo suman un volumen de negocio de 2,14 billones de dólares. En Europa, la cuna del cooperativismo, las cooperativas juegan un papel preponderante en la economía del continente. Hay 250 000 cooperativas en la UE, propiedad de 163 millones de ciudadanos, que emplean a 5,4 millones de personas en cinco sectores: Agricultura, silvicultura, banca, venta al por menor, farmacéutica y sanitaria.
En México, de acuerdo al especialista en cooperativismo de la Universidad Autónoma Chapingo (UACH), Juan José Rojas, solamente el 7.39% de habitantes en el país son cooperativistas. Existen un poco más de 8 millones de socios cooperativistas en el país agrupados en 18 mil 038 cooperativas, en dicha distribución se encontró que el Estado de México es el estado con más cooperativas con un total de 1, 694, y Jalisco con la mayor concentración de socios con un registro de 1, 463, 108, reveló en una entrevista para el medio de comunicación La Coperacha.
Organismos internacionales como la Organización de Naciones Unidas, la Organización Internacional del Trabajo, la Unión Europea, entre otros, reconocen que las cooperativas crean y mantienen empleos sostenibles, que son una garantía de economía sostenible centrada en el bienestar de las personas, capaces de aportar a su entorno derechos laborales, puestos de trabajo y cohesión social. Están presentes en todo el mundo y son reconocidas como una herramienta de primer orden para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).