El deseo porque prevalezca la ignorancia y el dinero fácil, ha motivado lo siguiente: “…la
campaña de desinformación y condena contra los libros de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) es
movido por la industria editorial, ramo que encontró una mina de oro en los libros de texto que la
Secretaría de Educación Pública (SEP) distribuye de manera gratuita entre los estudiantes como
parte de su deber de hacer efectivo el derecho a la educación.
En septiembre de 2018, en los finales del peñanietismo, la Comisión Nacional de Libros de Texto
Gratuitos (Conaliteg) informó que de los 140 millones de libros que en ese momento requerían los
programas de prescolar, primaria y telesecundaria, sus talleres apenas produjeron 30 millones,
mientras el resto de la impresión fue otorgada a empresas privadas…sin más razón que la
ideología gubernamental de achicar al Estado para favorecer a particulares.
En febrero de este 2023, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana
(Caniem), Hugo Setzer, confirmó la visión que sus representados tiene del Estado como fuente
ilimitada de recursos.
Durante la inauguración de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, el líder
empresarial denunció la posibilidad de que la SEP desarrolle un libro de texto único para
secundaria, lo cual, dijo, dejaría pérdidas millonarias para la industria editorial. Como el mismo
Setzer señaló, la cesión de la última fase de la educación básica a la fuerzas del mercado deja mil
quinientos millones de pesos anuales a la Caniem, es decir, 15 por ciento de sus ingresos”.
(Selección RRF- Edit. La jornada, agosto 1 de 2023)