Fidel Rodríguez Ramos
Gracias al Partido de Acción Nacional (PAN), la educación popular sufre una fuerte agresión, al
desaparecer el derecho que tenían los egresados, de todas las escuelas normales públicas del país,
para tener un empleo, pues la enseñanza, como la milicia, se consideran una profesión de Estado,
al igual que la salud, inimaginable que cualquier sociedad pueda funcionar, sin estas importantes
actividades.
Para extinguir la posibilidad de tener una plaza de base al egresar, el PAN propone al Congreso
de la Unión, a los diputados y senadores, la creación de la Unidad del Sistema para la Carrera de
las Maestras y Maestros (USICAMM), que se encargaría de aplicar un examen a todo aquel que
deseara ingresar al servicio educativo; así mismo, tal sistema examinaría a todo aquel maestro que
deseara ganar más salario; si se desea acceder a un puesto superior el USICAMM realizaría lo
mismo. Ello, por supuesto que se ha prestado a mayor corrupción, extorsiones de dinero a quien
desee por ejemplo, ejercer su antiguo, extinguido derecho, para hacer un cambio de su lugar de
trabajo.
El PAN exigió, antes de que se discutiera la propuesta de contrareforma educativa, del presidente
Andrés Manuel López Obrador se le entregara el proyecto: “para hacerle algunas observaciones,
adecuaciones o sugerencias”. Aceptado ese capricho a los panistas (porque de no cumplírselo se
negarían a votarlo en una plenaria donde estarían todos los partidos representados), la propuesta
se pone a consideración de todos los diputados federales en él 2021, y algo preocupante, todos los
partidos avalan ¡el proyecto de reforma educativa del PAN!.
Antes de la votación, solo una diputada del PRI, pide la palabra para decir que eso no lo podían
avalar los representantes populares: “Aunque sean de la CNTE no podemos hacer eso a los
maestros”, después de escucharla, se somete el proyecto a votación y gana por abrumante
mayoría la idea panista. A los congresistas no les importó que para ello se haya traicionado a la
Constitución, que claramente establecía, que lo que haría de ahí en adelante el USICAMM eran
tareas que competían a la Secretaría de Educación Pública (SEP), y a sus representaciones en todos
los estados (SEE), los que hacen famoso el slogan, lo de “la Constitución no se toca”, hacen todo lo
contrario, sin importarles la usurpación de funciones de la USICAMM, en perjuicio de la SEP.
El acuerdo (traición) lesiona a todo el magisterio nacional, por eso el pasado 28 de enero, la
fracción Poder de Base de la Sección XVIII del, SNTE-CNTE, realiza en la ciudad de Morelia una gran
manifestación para exigir la cancelación de ese organismo, que perversamente, con maldad, no
acepta el que los egresados de las Universidades Benito Juárez (350), participen en las
convocatorias que hace la USICAMM para contratar nuevos docentes.