María Lupita R. Rosas
¿Qué se puede esperar de una madre que no puede controlar ni a su hijo? Menos podrá
gobernar una nación a la que le aquejan problemas graves, como el reciente cuando el gobierno
de Honduras, cobra viejas cuentas, a costa de nosotros, al exvicepresidente Rafael Correa, quien
se gana el odio del gobierno norteamericano al declarar la necesidad, para aliviar un mar de
problemas, incursionando, experimentando con un gobierno SOCIALISTA.
Mal papel cumplirá Xóchitl Gálvez frente a una preparada, estudiada Claudia Sheimbaum, quien
asegura llevar muchos años dentro de diversos movimientos sociales, además de haber tratado de
domar a una gigantesca urbe, como es la Ciudad de México. A ella le toca ver como se incendian
varios mercados, como en el metro acontecen numerosos accidentes. Como reiteradas veces
bloquean todas las entradas a dicha ciudad, el aeropuerto para exigir atención a varios problemas.
La ingeniera ha dado, como muchos de nosotras, muestras de no tener buen contacto de la
lengua con el cerebro, desafortunadas han sido muchas de sus declaraciones como aquella perla
de: “Obrador ha llegado al grado de privatizar hasta la iniciativa privada”. Hay un perverso juego
contra esa mujer, donde muchos desean divertirse a sus costillas, hacer leña del árbol caído. Ahora
los parridos vergonzosos que le apoyan, ya lograron anticipadamente lo que deseaban, sabiendo
que Gálvez va a perder, jugosos puestos y salarios, ostentándose como diputados locales y
federales, presidentes municipales, gobernadores o senadores.
Cínicamente, como siempre, ni siquiera campaña política han hecho, por una u otra razón, menos
de un mes tienen para dar la cara frente a un pueblo que se siente burlado, pues como es posible
que en ese aparatoso proceso, “nomás” se vayan a gastar más de noventa mil millones de pesos.
Mientras no hay empleos, dinero para enfrentar la próxima sequía que se viene ¿cuántos pozos de
agua a un costo dieciséis millones de pesos no se pueden hacer con ese recurso que hoy anda
circulando como fea basura?. Y para más afrenta, en la televisión se dice que el encuentro, debate
ES GRATIS para que nadie se lo pierda. Un día, las generaciones futuras lamentarán el por qué
quienes hoy vivimos aceptamos todo ese vil despilfarro, no hay motivación, no entendemos cómo
se imprimieron cerca de cien millones de boletas, que en el mejor de los casos habrán de usarse
cuarenta millones, porque la gente ya está hasta el gorro de tanto abuso partidario.

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