La apuesta del año dos mil, con quien iba a trasformar todo, por Vicente Fox queda en un fiasco,
fracaso, pues aquello de sacar a las tepocatas, víboras y cucarachas de Los Pinos queda en una
vacilada, que al final quedaría en un mal avenido matrimonio con el PRI y PRD.
Con Fox, inicia su carrera Genaro García Luna, a quien encomienda la Agencia Federal de
Investigación (AFI), inicia la carrera un oscuro personaje que sin formación en el campo de la
seguridad, del cuidado de la integridad física de todas y todos los habitantes del país, lega a su
máximo esplendor con Felipe Calderón Hinojosa.
Durante el nefasto Calderonato, García Luna es nombrado el máximo jefe para combatir el
narcotráfico, teniendo a su disposición todo el aparato bélico, naval, militar, aéreo que utiliza para
enviar drogas o permitir el paso de las mismas, procedentes de Colombia. De los precursores
químicos chinos para hacerlas, que llegan a Lázaro Cárdenas.
Genaro García Luna, supuestamente por sí solo, sin que lo supiera Calderón, realiza un doble
juego que le reditúa enormes ganancias, asociándose con quienes tenía el encargo de combatir.
Sin ningún problema, en el principal aeropuerto de México, llegaban aeronaves cargadas de
cocaína para ser enviadas a las calles de Los Ángeles, a toda la Unión Americana que a su vez se
movían por mexicanos y americanos.
Por ese criminal proceder sufre todo México, pues Calderón nos sume en un baño de sangre, no
tiene piedad para Michoacán, se inicia la desaparición, muerte de miles de compatriotas. A
Calderón no se le señala ninguna responsabilidad, al contrario, el PAN lo honra en este momento
cuando a su esposa Margarita Zavala le regala una diputación federal, a ese grado llega, continúa
la burla a nosotros que todavía debemos cubrir el alto salario a su conyugue, que nomás abre la
boca para echar pestes contra el actual gobierno surgido el pasado dos de junio.
Seguramente en el extranjero no entenderán, el como la esposa de uno de los principales
promotores de García Luna, todavía se le premia de esa manera. Por lo menos hubo dos valientes,
que denunciaron el actuar de Genaro García, ante el mismo Calderón, quién en vez de actuar en
consecuencia,
