Al parecer a muchas instancias oficiales, como a la SEP, Salubridad no les preocupa que sigan
sueltos peligrosos alimentos y bebidas, que causan serios daños en la salud, economía, medio
ambiente de todo el país, pero más en la gente humilde, como los niños que engañan al hambre
con un empaque de frituras que a la larga les producen enfermedades del corazón, obesidad, fin
de sus defensas naturales, debilidad extrema que les lleva hasta la misma muerte.
“Todavía” la SEP anda viendo la posible manera de alejar las pabritas, dulces, aguas negras de las
cooperativas de todas las escuelas en el país. El hambre no hace que veamos las letras,
advertencias que vienen en esos falsos alimentos y bebidas, llenos de azúcar, sal, saborizantes y
colores artificiales, todos saben de lo prohibitivo de sus precios, pero, aun así, nos hemos
enviciado, afortunadamente las bolsas traen mucho aire y poco producto, lo que obliga a quienes
les sobra la lana, a comprar otro empaque.
Negras se las ven ya en el IMSS e ISSSTE, para tratar, de por lo menos controlar, parar las
peligrosas, caras enfermedades, que compramos, como la diabetes, ceguera, ataques cardiacos.
Tan costosos de atender son esos males, que muchos, de nuestro bolsillo pagamos estudios
clínicos, ultrasonidos. Ya muchos no queremos, nuestros estómagos no consienten que le caiga
agua natural o de sabores, quiere las cocas o pecsis, si no le ofrecemos, eso la diarrea no tarda en
desaparecer.
Alimentos ultraprocesados, que ninguna mascota, que se dé a respetar, acepta comerla,
poniendo de manifiesto que son más inteligentes que uno. La marcas son de los Yunaites Steits,
por eso todas las enormes ganancias, que les procuramos cada día, se van para ya. Dejando
basurales por todos lados, plásticos, que son arrastrados por el viento hacia el mar, ríos, lagunas.
Como se reirán allá en el Norte, nuestros primos que hallaron en nosotros una rica mina de oro.
Para quedar bien, dicen que re usan sus plásticos donde viene el agua negra, y así es, desde
Europa llegan millones de botellas sucias que nosotros les lavamos, casi de grapa, vuelven por ellas
para volverlas a rellenar con el veneno oscuro ¿por qué?. Pues porque el agua es cara en sus
países. (EFE)

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