*Celebrar la k’uinchekua en la parhanhua a kurhikuaeri: Pedro Victoriano Cruz

Convocan a celebrar desde casa el Año Nuevo Purhépecha el próximo primero de febrero y esperar al 2022 para llevar a cabo la tradicional ceremonia en la comunidad elegida con mayor participación.

Este llamado ha sido hecho por Pedro Victoriano Cruz, miembro activo de la  k’uinchekua, quien narra que en la    Parhanhua, es fogón en idioma de Mechuacan (hoy Michoacán), está hecha de tres piedras y se ubicaba en el centro del hogar p’urhépecha, -antes de la llegada de la estufa de gas-, entonces, era el lugar de Kurhikuaeri (Deidad del Fuego) y estaba encendido día y noche.

Continua precisando: “También en la cocina estaba el elemento ch’urhinhua era un madero enhiesto y en la punta sostenía una laja de piedra para sostener pedazos de ocotes que alumbraba el espacio oscuro de la cocina, fue reemplazado a la llegada de energía eléctrica por el foco de 60 y 100 watts.

   Ciertamente las comunidades se han ido adaptando a las nuevas realidades de la “modernidad”, lo que es bueno, pero lo malo es que las nuevas generaciones van olvidándose del pensamiento de nuestros antepasados, ese conocimiento y sabiduría que construyeron a través de miles de años para sobrevivir.

Por ejemplo: decían las abuelas que en la parhanhua radica nuestra forma de ver el mundo y de vernos en ella, en alguna parte de la parhanhua se deposita el muñón umbilical seco del bebe p’urhépecha, decían que es el símbolo de la conexión de un ser terrestre con el Ser divino del fuego; yo mire hacerse este ritual, pero hoy en día, como dije se ha dejado de hacer. Allí mismo también en la parhanhua, los abuelos iniciaban la vida en común a una pareja, era lugar para formalizar el matrimonio, esto hoy en día aún en algunas comunidades se hace, pero en otras ya no.

   En la época prehispánica, la persona que se

consagraba en la anchekuarhikua (servicio y solidaridad con su pueblo), al morir, su cuerpo era incinerado, simbólicamente retornaba al fuego, y el cuerpo espiritual que se forjaba en la vida, se creía que regresaba a la “casa de los papas” (fogón celestial), las tres estrellas centrales de la constelación de orión. Esta forma de ver la vida fue eliminada con la llegada de una nueva creencia: el catolicismo.

   He allí la importancia del pensamiento de los antepasados, por eso creo que es tiempo de voltear los ojos de nuestro pensamiento, a la parhanhua a la ch’urhinhua, moradas de Kurhikuaeri y hagamos la K’uinchekua (reflexionar, meditar) sobre nuestro caminar en este breve tiempo aquí en la tierra.

   Entonces, acudamos al llamado del Concejo de Kurhikuaeri K’uinchekua este 01 de febrero del 2021 a celebrar la máxima festividad de nuestro pueblo, desde nuestro hogar, en la intimidad de la k’umanchekua (hogar de conexión humana) reflexionemos desde nuestra Jakajkukua, (qué estamos haciendo con la cosmovisión de nuestros antepasados o la forma de ver el mundo); desde nuestra Purhejkukua (cómo estamos haciendo la defensa de nuestro pueblo); desde nuestra Kaxumbekua (cómo estamos gobernando nuestros recursos culturales, naturales y espirituales), y desde nuestra Ancherkuarhikua (cómo estamos ejerciendo la maruatspekua y jarhoajperata). Y aguardemos para volver a celebrar el próximo año (2022) en la k’uta (hogar de conexión cósmica) como lo hemos venido haciendo desde el año de 1983”.

Meiamu / Gracias.

Pedro Victoriano Cruz

T’erunchi Kurhikuaeri K’uinchekua, San Lorenzo Narheni (1999)

06 de enero de 2021.

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