Rodríguez Ramos Fidel

Un importante elemento para paralizar una sociedad entera es el miedo a través de diversas agresiones, las mentiras o verdades a medias que persiguen metas muy precisas, como acumular riquezas, arrebatar bienes importantes, estratégicos.

El miedo se inyecta por medio de la familia, partidos políticos, medios de comunicación, iglesia o gobierno, que facilita la manipulación social. Quien hace un uso inteligente del temor es el expresidente Carlos Salinas de Gortari quien con engaños logra hacerse de importantes compañías que regala a sus favoritos como TELMEX, la histórica mina de cobre en Cananea, los bancos.

Salinas con su equipo, asesorado por agencias norteamericanas, valoran la posible respuesta de la gente, y con satisfacción descubren que ésta no se dará, porque gran parte de ella, por la falta de educación, tiene miedo, ignorancia que se comprueba con la creación de un monstruo imaginario bautizado como “chupacabras”, su posible, clara existencia se difunde a nivel nacional constantemente. Gracias a esa patraña, de Gortari modifica el artículo 27 de la Constitución para volver las tierras ejidales en simples mercancías.

El innombrable no se atreve a entregar el petróleo, la electricidad, la educación, la salud, los satélites “Morelos”, los ferrocarriles por temor a una insurrección nacional que siempre les reconoce como fruto de la Revolución. Con engaños logra imponer un arbitrario Tratado de Libre Comercio que nos ata en gran parte a los caprichos del imperio yanqui, que se apodera de nuestro mercado interno. Sin embargo, los más desamparados, los más humildes, los olvidados, los indígenas por ese hecho le declaran la guerra al ejército y al gobierno salinista, ante el asombro mundial que les brinda su simpatía sin ningún regateo.

La ruta estaba trazada, con violencia desmedida se paraliza a la gente, con el miedo, con el pretexto de declarar la guerra al narcotráfico Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto logran prácticamente entregar todo lo imaginable ¡hasta el aire, el sol, el agua! A empresas europeas, canadienses, asiáticas y por supuesto norteamericanas, el pavor, las agresiones bárbaras fueron la cortina de humo eficaz para ese despojo.

Muchas cosas obtenidas con ríos de sangre, empiezan a perderse, a ser propiedad privada para obtener ganancias ¿se duda de esto? Las normales públicas tienden a desaparecer, corrompiendo todo, vendiendo plazas, claves para ingresar a esas escuelas, la salud se alivia en consultorios privados, toda vez que se desmantelan los sistemas de atención nacional y popular. Un millón de hectáreas se dan a las mineras foráneas, la mayor siderurgia del mundo Las Truchas se da en abonos, se fía a negociantes de la India.

En Michoacán gracias al miedo, se posibilita la entrega de valiosos minerales existentes en la costa del Pacífico, que se trasladan a Asia. Con el miedo hacia una real catástrofe del clima se permite que españoles, franceses, japoneses, gringos vengan a generar energías “limpias” sin que nos importe la soberanía, seguridad nacional que hoy se empieza a recuperar.

¡Que no nos atarante el miedo!

Compartir: