*Reprobar a Obrador votando contra los candidatos de Morena
Fidel Rodríguez Ramos
Las actuales generaciones de hombres y mujeres, tendrán la oportunidad de mostrar con su voto en las próximas elecciones, su aprobación o condena hacia un gobierno federal, a un Presidente de la República que ha enfrentado dificultades sin cuento: desabasto de gasolina, huachicoleo que cobra la vida de más de cien personas, la falta de profesionistas de la salud, hospitales para atender de la Covid-19, feminicidios condenables, la no aclaración de los 43, tratar de vender, marchantear, hasta con boletos de rifa, un avión de más de cinco mil millones de pesos, donde los pasajeros se la pasaban chupando en largas travesías, la falta de dinero para auxiliar a miles de desempleados a causa de la pandemia.
El Presidente con un reducido equipo, porque todos los demás andan en campaña, con el ejército, guardia nacional trata de mantener la nave a flote, conducirla a buen puerto. La anterior oportunidad mencionada, muchos no la tuvimos durante largas décadas, en las elecciones padecimos el clásico dicho de Jalisco: “cuando pierde arrebata”, los poderosos hacían lo que deseaban con el país, arbitrariamente imponían autoridades sin méritos, como ahora en que un gobernador propone a su nana como futura diputada federal plurinominal, comprando la voluntad con despensas, robar urnas, alterar resultados, embarazar urnas, rellenándolas antes con decenas, cientos de votos.
Porque no decirlo, la desilusión, la frustración, la impotencia, el reconocimiento de no poder hacer nada frente a las una y mil arbitrariedades en todos los terrenos, nos hizo abandonar muchas veces la idea de buscar un remedio para detener el avasallamiento de las autoridades en los diversos niveles de gobierno. Creíamos, y así fue, que por fin en 1988 vencimos a los poderosos en las urnas, le ganamos a Salinas por la buena, las cajas con millones de votos fueron llevadas a los sótanos del Congreso de la Unión para ocultar su derrota, los soldados las cuidaban. Algunos se atrevieron a tratar de abrirlas, pero fueron detenidos en seco, ¡un paso más y aquí se mueren cab…! dijo la milicia. Se buscaba la verdad contenida en esas paredes, para saber si efectivamente el triunfador había sido Carlos Salinas de Gortari frente a Cuauhtémoc Cárdenas.
Al final, por sugerencia del “Jefe” Diego Fernández de Ceballos los sufragios se quemaron, quedó para siempre el misterio de no saber la certeza de los resultados en esas elecciones. Tanta fue la burla en el campo electorero qué en 1994, los indígenas chiapanecos declararon la guerra al gobierno federal, al ejército exigiendo, nada más, la realización de elecciones limpias, sin trampas, esto por supuesto no se cumple, pues vuelven a ganar los de siempre.
El actual Presidente quiso aprovechar, desde el año pasado, éstas elecciones del 2021 para que también se votará si continuaba al frente del Poder Ejecutivo, y o se retiraba a su rancho de Palenque, Chiapas, no se entiende el por qué no se acepta su propuesta, pero sus enemigos dejaron ese asunto para el 2023, creyendo quizás que aún no era el momento de botarlo por seguir teniendo el apoyo que le da el pueblo victorioso en el 2018. Los votantes, y que bueno, tendrán la última palabra, pues nos estamos acercando a peligrosos extremos, pues ya hay quien dice: ”Obrador cambiará la Constitución para seguirle en el cargo”.