Fidel Rodríguez Ramos
Sin darnos cuenta de muchas cosas, desde hace treinta años, nos han bombardeado con una serie de robos a todos los mexicanos, los poderosos sienten feo llamar así a sus agresiones y por eso al bandidaje le llaman “reformas”.
Tanto proyecto, ideado por los poderosos para beneficiarse a nuestras costillas, no ha dado tiempo para tratar de entender las formas de despojo, fino, delicado que muchas veces hasta con gusto les damos el visto bueno. Un atraco fue la privatización de los dineros de los trabajadores en 1997, cuando gobernaba Salinas de Gortari, la lana que se destina para pensiones o jubilaciones.
Los bancos, quienes se dedican a los negocios, los líderes que supuestamente defienden los intereses de los obreros y burócratas, se frotaron las manos de contento, se organizaron para dar forma a las llamadas AFORES (Aseguradoras de los fondos de retiro), tras cumplir con ese requisito, el gobierno les entrega todo el dinero de millones de mujeres, hombres qué con esperanzas de una vida sin muchos problemas, destinaban cada semana, quincena para protegerse con sus familiares.
Las Afores hace cuatro años “nomás” presumen de tener, manejar la nada despreciable suma de tres billones de pesos, que sin ninguna responsabilidad podían apostar en los negocios que se les pegara la gana, aquí o en el extranjero, sin el compromiso legal de responder por las posibles pérdidas económicas, así en uno de los últimos reportes es de que pierden, contentos, cincuenta mil millones de pesos, las cínicas aseguradoras para destantear a sus cotizantes, para no decirles que fracasaron en algunos proyectos les comentan: Tuvieron “minusvalías” sus fondos.
Pero si de ganar se trata, por ley, las ganancias les corresponden a ellas, y el colmo de los colmos ¡cobran a los empobrecidos obreros, jardineros, veladores, afanadoras una determinada cuota, porcentaje por jinetear sus centavos!, o sea de que nada para esos buitres es de grapa, gratis. Las Afores exigen que la clase proletaria, laboral ¡aumenten sus cuotas para un mejor mañana! El atraco es de tal magnitud que los futuros jubilados, los del nuevo siglo recibirán un ¡treinta por ciento del salario que recibían en su vida activa!.
Lo anterior en el mejor de los casos, porque recordemos, más del sesenta por ciento de los empleados se encuentran en la llamada economía informal. La propuesta de Salinas perseguía supuestamente quitar al gobierno de las jubilaciones, descargando en otros su anterior compromiso, pese a ello, cada año continúa aportando miles de millones de pesos. Aligerando la carga a los aseguradoras y patrones. Las afores invierten en el nuevo aeropuerto de Texcoco, en autopistas, educación, construcción de obras, sin importarles si hay éxito o no, pues cada año reciben ciento cuarenta mil millones de pesos, con los que hacen bolitas de gusto.
Los trabajadores de la educación, toleraron a un personaje de triste memoria conocida como Elba Esther Gordillo Morales, quien nunca supo lo que era recibir clases en una normal rural, ella consiente ese atraco, pues a cambio de su complicidad se le permite manga ancha en la AFORE conocida como PENSIONISSSTE. Hoy debemos exigir al nuevo gobierno que termine este vil atraco en despoblado.