Fidel Rodríguez Ramos

     Después del 26 de septiembre del 2014, se realizaron multitudinarias marchas en el corazón del país, más de cinco horas emplearon niños en carreolas, gente de la tercera edad, universitarios, danzantes, empleados de gobierno, trabajadores, docentes, para recorrer el espacio que va de la Ángela de la Independencia y el Zócalo de la actual Ciudad de México, tardaron más de cinco horas, esa manifestación, prácticamente se replicó en todo el planeta, nadie permaneció indiferente ante un crimen atroz, como lo fue la desaparición de 43 chamacos que tenían como ilusión ser maestros, los medios de comunicación coincidieron en mostrar una imagen a colores puesta en la plancha de Palacio Nacional, con cientos de veladoras se escribe: “Fue el Estado”.

    Esa frase nos dijo muchas cosas, eso explica que hoy a siete años estemos sin saber los motivos, la forma, el posible final de los normalistas de Ayotzinapa. El Estado no puede investigarse a sí mismo, aunque halla cambio de administración, régimen, su estructura, organización es la misma. Todo el enorme aparato burocrático, está diseñado para proteger a los que desde siempre han dañado a nuestra patria, hoy el sacrificio de esos jóvenes se han convertido en una soberbia lección cívica para entender a un capitalismo inhumano, que funciona con una economía de muerte y represión.

     Creímos que Enrique Peña Nieto, no debería llegar a la Presidencia por su negro papel represor que juega como gobernador del Estado de México, cuando acompaña al poder central, a la Presidencia para reprimir a hombres y mujeres en San Salvador Atenco, en el Estado de México por exigir la cancelación de un aeropuerto que les arrebataría sus tierras y los convertiría en ayudantes de pasajeros millonarios. Estuvimos cuando trató de tomar posesión en el Congreso de San Lázaro como Presidente, con miles de personas tratamos de impedirlo desde la madrugada, sin imaginar una bárbara agresión que cobra la vida a un director de teatro.

      Lo anterior no significa nada para todos los partidos políticos, que embelesados no dudan en hacer suya una reforma energética, una reforma educativa de Peña Nieto que privatizaría la enseñanza pública, que la convertiría en una mercancía más en el mercado. Así, hoy mucha gente se rasga las vestiduras, porque supuestamente hay una embestida contra varios científicos, científicas del CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) por hacer malos manejos de los dineros del pueblo. Pero no dijeron nada cuando otros investigadores hicieron trabajos para Sabritas, Ford y Volkswagen.

     Un papá de los  #43 en una declaración, después de entrevistarse con él Presidente Peña afirma: “Ese hombre no tiene corazón”. La declaración tiene fundamento pues en una ocasión el licenciado declara: “Ya superénlo ”.  Olvidénlo como si fuera posible echar atrás una pesadilla que no permite encontrar sentido al momento que se vive, se olvidan aspiraciones, estar con la familia, todo se rompe irremediablemente. Una pieza importante, para armar el rompecabezas es el señor Tomás Zerón quien para no responder de sus actos al haber estado como exdirector de la Agencia Federal de Investigación, corrió a esconderse en Israel, donde ese país no permite la extradición con México, de quien vaya a refugiarse alegando equis motivos, jugada perfecta. En esos días del 2014, no se nos puede olvidar una imagen en Jojutla, Morelos cuando en autobús regresábamos a México, en un alto, una jovencita con otros chamacos aprovechan un alto, se plantan enfrente, extienden una manta donde se lee: “Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

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