Por Edmundo Cázarez C.
“Es muy lamentable que durante los casi dos años de pandemia, no se reconozca la titánica labor y el esfuerzo que realizan los periodistas por tratar de mantener veraz oportunamente informada a la ciudadanía, y sin que ello, signifique que no se valore la destacada actividad llevada a cabo por los médicos que a decir verdad, son unos héroes. Pero también, los periodistas se han expuesto y hasta el día de hoy, han fallecido más de 184 comunicadores en todo el país, contagiados por el COVID19, motivo por el cual, México ocupa el tercer lugar a nivel mundial en lo referente a periodistas muertos a causa de la pandemia”. afirmó en entrevista el doctor Juan Antonio Garza Sánchez, investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Con una destacada trayectoria profesional, el doctor Juan Antonio Garza, es miembro de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC), y de la Red Internacional de Estudios Mediáticos de la Agenda Púbica, integrada por investigadores de las más importantes universidades de Europa y Latinoamérica, lo que le permite tener un amplio conocimiento sobre el desarrollo, estructura y problemática de los medios de comunicación. Doctor en Ciencias de la Información y Máster en Comunicación Periodística por la Universidad Complutense de Madrid, España y Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt, entre otras muchas más especialidades y títulos.
El también Director Académico de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León, enfatizó que la pandemia vino a mover muchísimas cosas: “Hoy, estamos inmersos en un mundo de digitalidad, en un mundo de la sobreinformación, es decir, hoy, todos somos productores y al mismo tiempo, somos consumidores de información. Todo el mundo puede agarrar un micrófono, puede agarrar una laptop, una tableta, un celular y ponerse a transmitir, a todos los convierte en comunicadores, pero no en comunicólogos, porque no son estudiosos de la comunicación”.
Subrayó que la sociedad, por su propia naturaleza, es comunicadora, pero es a partir de esa comunicación, que los que estudiamos la comunicación, tenemos una ventana abierta de oportunidades para ver cómo ir educando y ayudando a la sociedad, orientándola hacía esta alfabetización mediática y hacerle saber la importancia que reviste el buen uso de las tecnologías y medios de comunicación, ya que la objetividad en el periodismo no existe como tal.
El doctor Garza Sánchez es un profesional sumamente inquieto, al formar parte del Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo, mismo que está cumpliendo sus primeros 20 años de vida, expresó: “El Premio Nacional de Periodismo representa un esfuerzo que se ha consolidado en estos veinte años de vida, es reconocido a nivel nacional e internacional. Ha sido un caso de éxito en muchos lados. Cuando el Consejo Ciudadano habla, la gente responde, y eso, es algo bien importante. Cada año, a veces, no sabemos cómo va a salir la organización del Premio Nacional de Periodismo, pero al final, todo sale perfecto porque cuenta con gente muy capaz y además de eso, los mismos periodistas le han reconocido y le han dado esa categoría al Premio Nacional de Periodismo”
Amable, educado y sencillo en su trato, debido a las medidas sanitarias implementadas por la pandemia, acepta que la realización de la entrevista sea vía zoom.
-¿Cómo le va en la vida?
-Pues muy bien, gracias a Dios, aquí andamos en la Universidad Autónoma de Nuevo León trabajando muy duro en la Facultad de Ciencias de la Comunicación. Creo que tenemos una función muy importante para dignificar un poco el periodismo, principalmente, en esta época que estamos viviendo. Una época en donde la digitalidad y la sobreinformación se encuentran por todos lados.
-Una noble e importante labor…
-Para nosotros y como institución, siempre ha sido muy importante poder pertenecer al Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo desde hace muchísimos años, tratando de impulsar, desde el noreste del país, este tipo de espacios. De hecho, el año pasado trabajamos con la UNESCO, un estudio sobre el desarrollo mediático de cómo estaban los periodistas a nivel nacional, tanto en su nivel socioeconómico, en lo laboral, en lo referente a salud, en su libertad de expresión y en su seguridad.
-¿Cómo ha afectado la pandemia la actividad de los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL?
-En esta etapa de pandemia, llevamos a cabo una investigación para dignificar, insisto, un poco más el periodismo. Precisamente y en esta etapa de pandemia, se celebra a los médicos porque han hecho mucho que, a decir verdad, efectivamente, son unos héroes, pero también, los periodistas son unos auténticos profesionales en busca de la información oportuna y veraz, exponiéndose, es por ello, que resulta sumamente importante que se les dé su lugar y el reconocimiento que merecen.
-¿Cuál ha sido la clave que puso en marcha la UANL, para ser considerada y certificada a nivel internacional, dentro del ranking de las mejores universidades del mundo que ofrecen carreras de comunicación más apegadas a la actualidad?
-Bueno, es una pregunta bastante difícil, qué a lo mejor, no me corresponde contestar directamente sino propiamente a los Rectores que hemos tenido. Fíjese Edmundo, de un tiempo para acá, hemos tenido una paz laboral bastante buena dentro de la universidad. No tenemos huelgas desde hace muchísimo tiempo, sino que nos hemos dedicado a trabajar. Cada una de las rectorías que hemos vivido en los últimos tiempos, han dado algo a la escuela. Los médicos y los biólogos han dado una sensibilidad, una responsabilidad social y un lado humano bastante e interesante. Pero también, hemos tenido Rectores ingenieros…
-¿Y los ingenieros…?
-Los ingenieros han estado aportando esta parte de sistematización, la cual, nos ha ido convirtiendo a través de un plan de desarrollo bastante bueno. Cada Rector, en lugar de llegar y derrumbar lo que el anterior realizó, han hecho una continuidad en este plan de desarrollo. Nos hemos propuesto ser una universidad de clase mundial y creo que se está logrando. Ahora que decías eso de estar en los rankings, incluso, nos ubicamos, también, dentro de los rankings del medio ambiente. Somos la quinta universidad a nivel Latinoamérica que cuida más el medio ambiente.
-¿Y la Facultad de Ciencias de la Comunicación…?
-La Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León, está en tercer lugar y ubicada entre las preferencias de los mexicanos en el ranking universal. Estos rankings nos miden tanto académicamente como en materia de calidad, de ambiente y otros rubros. Todos, han sido con base a una propuesta de desarrollo constitucional desde hace más de quince años…
-¿El camino se hace al andar?
-Ahorita ya estamos en el Plan de Desarrollo 2030, hace poquito era el 2020 y se va construyendo sobre lo que ya está. Eso es muy importante, construir sobre lo que ya está y no llegar a derribar para volver a empezar, como lo hacen en algunas otras partes.
-Doctor, usted presentó una inteligente propuesta a la rectoría de la UANL, lo que obligó abrieran una nueva carrera en torno a cuestiones digitales ¿Qué es lo que piden los estudiantes que están tan metidos en la digitalización de los medios de comunicación?
–Ahora que hablas de la carrera que estamos impartiendo, cien por ciento en línea, la verdad, es que no es una propuesta propia, sino que es una propuesta de todo un equipo de trabajo de la Facultad, y más, en un momento en el que nos encontramos en medio de una pandemia del COVID-19. Nos dimos cuenta que cada vez, la gente está utilizando más estas plataformas y llevarlas a cabo de manera presencial, se hacía cada vez más complicada.
-¿Registraron una reducción de alumnos?
-No, al contrario. Durante la pandemia del COVID-19, tuvimos un incremento de mil estudiantes dentro de la Facultad de Ciencias de la Comunicación. Realizamos un estudio y nos dimos cuenta que muchos no estaban regresando a las aulas debido a la pandemia y eran virtuales.
-¿Un alejamiento real?
-Detectamos que se alejaron por cuestiones de que ya estaban trabajando, por cuestiones económicas, entonces, vimos una ventana de oportunidad para implantar este tipo estudios a distancia, para que cuando tengamos que regresar a las aulas, la gente continúe estudiando.
-¿En qué consiste la plataforma “Nexus”?
-La Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Autónoma de Nuevo León, ofrece a partir de este semestre, su licenciatura cien por ciento en línea. Cien por ciento a distancia a través de la plataforma Nexus. Una plataforma que desarrollamos de manera propia, que le va a permitir a los estudiantes de manera asincrónica, estudiar la licenciatura en comunicación y sin necesidad de trasladarse hasta el Campus.
-¿Existe mayor demanda al convertirse la preparatoria en obligatoria?
-Ahora, las instituciones de educación superior se están preocupando muchísimo a partir de que la prepa se vuelve obligatoria. La gente está llegando más y más a las universidades. Tenemos que ver cómo y con menos presupuesto, dar cabida y atender a un mayor número de estudiantes. A partir de eso, es como creamos esta carrera en línea. Aun así, seguimos ofertando las licenciaturas en periodismo, en mercadotecnia y en comunicación de manera presencial, que hoy por hoy, por el COVID-19, estamos de manera híbrido. En algún momento regresaremos a las aulas pero mantendremos esta oferta ciento por ciento a distancia.
-¿La pandemia limita su creatividad al no poderse reunirse para engarzar sus ideas en torno a los medios de comunicación?
-Fíjate que más allá de afectar la pandemia, todo es cuestión del foco con el que se mira y del enfoque que se le dé. Creo que la pandemia vino a mover muchísimas cosas. Hoy, estamos inmersos en un mundo de digitalidad, estamos en un mundo de la sobreinformación, es decir, hoy, todos somos productores, y al mismo tiempo, somos consumidores de información.
-¿Los celulares convierten a sus dueños en nuevos comunicadores?
-Todo el mundo puede agarrar un micrófono, puede agarrar una laptop, una tableta, un celular y ponerse a transmitir. En efecto, a todos los convierte en comunicadores, pero no en comunicólogos porque no son estudiosos de la comunicación. La sociedad en general es comunicadora, pero a partir de esta comunicación, creo que los que estudiamos la comunicación, tenemos una ventana abierta de oportunidades, pero tenemos que ver cómo ir educando y ayudando a la sociedad en general. Orientándola hacía esta alfabetización mediática y hacerle saber de la importancia que reviste el buen uso de las tecnologías y medios de comunicación.
-¿Se extinguen los llamados medios de comunicación tradicionales?
-Los medios de comunicación ya no son solo la radio, la prensa y la televisión. Hoy, los medios de comunicación son mucho más que eso. El mismo Premio Nacional de Periodismo se ha transformado en sus convocatorias, los productos que revisa ya no son solamente las crónicas y los reportajes de aquellas épocas que salían en los periódicos o en la televisión. Hoy, también estudiamos y vemos cómo nos llega información al Premio Nacional de Periodismo, de productos que se publican y se reproducen en otras plataformas digitales.
-¿Los comunicadores deben de ir a la par de los avances tecnológicos?
-Por supuesto, el comunicólogo debe de estar al cien por ciento digital. El comunicólogo tiene que estar cien por ciento actualizado. Tiene que mantenerse de esta forma y creo, es una responsabilidad mutua entre los estudiantes, entre los comunicólogos y entre las instituciones de educación superior que imparten este programa educativo.
-Con la inmediatez que existe en la información, al Director Académico de la UANL, le pregunto ¿Un comunicador nace o se hace?
-Wooow…Pues un comunicador… ¡híjole!! Yo creo que se puede hacer. Sí se puede hacer de alguna manera porque todos nacemos con las capacidades para poder comunicarnos. De una u otra manera, desde que nacemos, nos comunicamos con la voz, nos comunicamos con los gestos y nos comunicamos con todo. Incluso, si tuviéramos algún tipo de discapacidad buscaríamos la forma de comunicar.
-¿El principio era el verbo…?
-Dicen por ahí, “que el principio era verbo” En principio, nos comunicamos desde que nacemos. Entonces, en la Facultad de Comunicación de la Autónoma de Nuevo León o de cualquier otra institución educativa, les damos las herramientas teóricas y tecnológicas para utilizar estas capacidades de manera responsable.
-¿La responsabilidad es vital en la comunicación?
-Yo creo que la palabra responsabilidad tiene mucho que ver, y más ahora, en un mundo de la tecnología. En un mundo de la sobreinformación. Un mundo lleno de fake news. Un mundo lleno de información falsa, de información de todo tipo. Un mundo de emisores en el que estamos recibiendo continuamente información.
-¿Cómo saber distinguir la información veraz?
-Creo que tenemos que saber discernir entre la información veraz y a partir de esa información veraz, cómo poder utilizarla o no.
-¿Qué es más importante la inmediatez o la objetividad?
-Hum… ¿La inmediatez o la objetividad? Definitivamente que la objetividad. La inmediatez es importante, pero ésa, ya se da incluso por medio de las redes sociales. Desgraciadamente, en esta competitividad mediática y en la que en algún momento nos encontramos, ha hecho que la inmediatez se vuelva sumamente importante, pero más allá de la inmediatez, lo más importante es la objetividad.
-¿Qué es la objetividad?
-La objetividad es una palabra muy complicada, incluso, me atrevería a decir que no existe. La objetividad en el periodismo no existe como tal, porque desde el momento en que nosotros estamos reproduciendo una información, pasa a través de un filtro que somos nosotros mismos y le imprimimos nuestros valores, nuestra forma de pensar, nuestra edad, nuestro sexo, nuestro nivel socioeconómico. Todo, es y de alguna manera, un factor que influye a la hora que doy una información.
-¿Y qué sucede con el receptor?
-Cuando lo está escuchando, también lo está viendo desde su óptica y a partir de su mirada, aunque yo quiera decir algo, quizás, entiende otra cosa. La comunicación es así de compleja y, aun así, ahora le metemos otras complejidades como lo son los medios de comunicación o redes sociales que fungen herramientas intermediarias y de alguna manera, esa intermediatez que existe alrededor, todavía complica más la información que estamos dando. Cada quien interpreta lo que sus capacidades le permiten. Esa es la comunicación, una cosa muy compleja.
-¿Qué representa para la UANL, formar parte del Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo, que está cumpliendo veinte años de vida?
-¿Qué representa para nosotros formar parte del Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo? Muchísimo. Somos una universidad que ha estado muy cerca del Consejo Ciudadano desde hace bastante tiempo. Somos una universidad responsable que practica la libertad de expresión y la comunicación. Pertenecemos porque el Premio ha luchado con muchas cosas. El Consejo Ciudadano cumple veinte años de haberse creado para estar en manos de las instituciones de educación. Gracias al Consejo Ciudadano que los Rectores se dieron cuenta que las instituciones de educación eran las que tenían que seguir impulsando una comunicación veraz y oportuna, un periodismo con ética.
El Premio Nacional de Periodismo, representa un premio que se ha consolidado en estos veinte años de vida y es reconocido a nivel nacional e internacional. Ha sido un caso de éxito. La sociedad y los mismos periodistas lo saben.
-Dicen que cien hormigas mueven una montaña. Desde la Universidad Autónoma de Nuevo León, ¿Cómo poder invitar a las demás universidades de todo el país para que se sumen a este noble proyecto que lleva a cabo el Consejo Ciudadano?
–Pues es todo un reto. Cada vez se han ido agregando más universidades. Así como usted dice “una hormiga, dos hormigas o cien hormigas…”, entre más seamos, vamos a poder llevar a cabo este Premio de una manera más digna, mejor y más responsable. Esa responsabilidad social sería también impulsar la libertad de expresión e impulsar al Premio Nacional de Periodismo, hacer que más periodistas obtengan este premio, que llegue a más periodistas y dignificar la profesión del periodismo. Eso es lo que nos hemos marcado en la Universidad Autónoma de Nuevo León e invitamos a todos para que se sumen a ello.
-Usted lleva sobre sus hombros una de delicada responsabilidad como Director Académico, con todo el respeto que merece le pregunto ¿A lo mero macho, obtener un título universitario es ser aspiracionista?
–Yo creo que sí debemos aspirar a más. Un servidor, entró a la universidad queriendo ser periodista, tengo mis estudios de especialidad en periodismo y desde que entré con muchísimas ganas de querer llegar a tener una maestría, un doctorado y prepararme más. Tengo una familia trabajadora, y la verdad, es que si he llegado a dónde me encuentro, afortunadamente, hoy pertenezco al Sistema Nacional de Investigadores. Soy subdirector académico de mi escuela. He participado activamente con el Premio Nacional de Periodismo. Asimismo, gracias a que la universidad me lo ha permitido, he participado en la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación; en el Consejo Nacional para la Enseñanza y la investigación de las Ciencias de la Comunicación y en muchas otras áreas y ha sido por esa aspiración, siempre querer llegar a más y creo que eso es un halo que le caracteriza a los periodistas.
-¿Qué siente pararse frente a sus alumnos?
-Es algo muy bonito cuando llego al aula y empiezo a dar clases de periodismo y denoto que tienen esas ganas de hacer una transformación social. El periodista es un transformador social. Una persona que verdaderamente quiere hacer algo por su tierra y por la sociedad. Eso es lo que tenemos que seguir apoyando. Tenemos que seguir dignificando y el Premio Nacional de Periodismo hace una gran labor en ese aspecto.
-¿Debido al avance de la tecnología, los medios de comunicación tradicionales, prensa, radio y televisión están condenados a desaparecer?
-Fíjese que no. Estuvo con nosotros la maestra Aleida Cajella, directora del IMER, hace unos días con motivo del Centenario de la Radio en México. Hay que recordar que la primera transmisión de radio en América Latina, se hizo desde Monterrey por Constantino de Tárnava, un 9 de octubre y para celebrarlo, invitamos a diversas personalidades de manera virtual para los estudiantes y profesores de la Facultad de Ciencias de la Comunicación y un tema que se abordó, fue precisamente lo que usted me pregunta. Si bien es cierto que la digitalidad está en todos lados, por un lado, creo que todavía hay estratos de la sociedad a los que no ha llegado esta digitalidad. Tenemos un rezago muy grande, y a veces, lo que hablábamos es que se hacen como murallas. Tal pareciera que esta digitalidad nos abre las puertas al mundo y pensamos que tenemos contacto con gente del otro lado del mundo. Tenemos contacto con muchos otros espacios, lugares, tiempo, pero al mismo tiempo, nos vamos amurallando y vamos creando un mundo que está alrededor nuestro o alrededor de esta digitalidad y no es el mundo real.
-¿México vive un mundo real?
-El mundo real de México, es un mundo complicado. Tenemos estratos de la sociedad que aún no les llega el internet, que no cuentan con medios de comunicación tradicionales, es decir, no les llega un periódico impreso, no les llega la señal de televisión, pero lo que sí les llega es la radio. Por eso retomaba lo expresado por Constantino de Tárnava, el tipo de onda radioeléctrica, hace que llegue la radio y, aun así, hay lugares en donde tampoco les llega.
Los medios de comunicación no van a desaparecer, más bien, creo que se suman a esta digitalidad, y la digitalidad, también se legitima y se abona a través de los medios de comunicación tradicionales. Muchos de los que hoy son “influencers”, también son conductores de televisión o comunicadores. Muchos de los comunicadores, son porque fueron influencers en un principio, pero es una herramienta más allá de que desaparezca, simplemente es una herramienta más y un espacio más para consultar. Es muy importante que la sociedad conozca el buen uso de la sobreinformación y sepa discernir entre las noticias correctas de las incorrectas o falsas.
Creo que el Premio Nacional de Periodismo dignifica a quién habla de la información correcta y veraz. Dignifica el correcto periodismo, porque en el fondo, todo mundo puede tomar una cámara o puede tomar un micrófono y decirse periodista, pero el ser periodista tiene que tener una formación y eso es lo que estamos evaluando cada año. Estamos reconociendo cada año a gente con una formación. Que hace las cosas con ética y con un buen estilo periodístico.
-¿Me llamó la atención lo que dijo de los youtubers, realmente son como el burro que tocó la flauta o simples estrellas fugaces?
–Pues no sé si son fugaces. Muchos se han ido. En estos días estábamos comentando esa platica. Le digo que va naciendo todo esto. Muchos se van, muchos se quedan, muchos se van transformando. Van creciendo y conforme van evolucionando, van cambiando y evolucionando su formación, su modo de expresarse, de decir las cosas y siguen teniendo audiencia.
Los medios digitales como los conocemos ahora y las plataformas que conocemos, son estrellas fugaces. Hay muchas plataformas que ya no existen, fueron estrellas fugaces, se ven bien brillosas y luego se deshacen. Lo único que queda es la información. Queda una huella digital de las personas dentro del Internet y aunque nosotros dejemos de publicar, si algún día sacamos un video o subimos información y la dejamos en las redes, esa huella digital ahí se mantiene.
-¿Es imprescindible la responsabilidad cibernética?
-Por eso, es sumamente importante que los ciudadanos estén conscientes y sean responsables del uso de las herramientas tecnológicas que se tiene a su alcance. Como comunicadores, tenemos la obligación de mostrar y enseñar este tipo de problemas o este tipo de situaciones que se pueden dar.
-Usted mencionó la importancia que reviste el Premio Nacional de Periodismo, los veinte años que lleva de vida y la aportación que hace la Universidad Autónoma de Nuevo León…
–La Universidad Autónoma de Nuevo León cada año se plantea saber hacia dónde va. ¿Cuáles son los rumbos? ¿A qué asociaciones tiene que pertenecer? ¿Qué debe de hacer? Hasta el día de hoy, con ninguno de nuestros Rectores hemos tenido problemas para hacer la aportación al Premio Nacional de Periodismo porque sabemos que estamos haciendo una aportación hacia la sociedad del conocimiento, a la sociedad de la comunicación, a la sociedad de una profesión tan digna como lo es el periodismo.
-¿Las aportaciones van acuerdo al tamaño y capacidad de las universidades?
-Hay una cuota que es relativa al tamaño de la Universidad. Todas deberíamos aportar al Premio Nacional de Periodismo para que continúe de manera digna. Al final, es un Consejo Ciudadano que premia a nuestros comunicadores todos los ciudadanos podemos aportar algo para poder premiar a nuestros comunicadores. Hoy, es un Premio serio y reconocido a nivel nacional e internacional.
-Hace 20 años que el Premio Nacional de Periodismo dejó de ser parte del ente gubernamental, adquiriendo mayor seriedad y respeto para la ciudadanía…
-Anteriormente y desde Los Pinos decían: “Se lo vas a dar a este, este y a este” Ahora no, la ciudadanía es quién dice quién se lo merece por su trabajo y por su esfuerzo. Así es, a partir de que se ciudadanizaron los jurados, cada año se seleccionan a personas reconocidas en la academia, en el periodismo, en la comunicación y son quienes eligen entre miles de trabajos a los merecedores. Este año, se recibieron mil trescientos sesenta y seis trabajos que se están analizando en las ocho diferentes categorías
-Con el respeto y la confianza que me permite. Usted es un comunicador, pero también, alto directivo de la UNLA ¿Qué le gusta ser más: borracho o cantinero?
-¡Uff!!, no sabría decirle. Creo que cantinero, pero lo digo porque es propiamente del periodista, de la aspiracionalidad y los valores. Al final, es dar información, eso me gusta y me gusta mucho. Cada vez que uno ve los medios de comunicación, los vemos desde otra mirada, lo vemos desde otra lógica. Eso ha sido por mi formación y porque me gusta. Creo que todos deberíamos de ser un poquito de borrachos, pero también, deberíamos ser cantineros cada vez que emitimos y damos la información. Tenemos que ser muy responsables de lo que hacemos. Incluso, los mismos periodistas reproducen lo que dicen otros periodistas y la misma sociedad reproduce lo que ve. Ya no está permitido decir “escuché”, “por ahí dicen” Hay que ver quién es la fuente. Hay que saber qué es lo que nos están diciendo y cómo nos lo están diciendo para transmitirlo como debe de ser.
-Si un día retomara su actividad de reportero y pudiera entrevistar a Dios ¿Qué le preguntaría?
-¡Válgame!! ¿Qué le preguntaría a Dios? Uff, la verdad, es una pregunta que no sé. Ya me hizo dudar Edmundo. Quizás, le preguntaría ¿Hacia dónde va la humanidad? ¿Qué nos aconsejaría para tratar de hacer un mundo correcto? Creo que es algo que necesitamos, tenemos que acercarnos y tenemos que saber escuchar. Tenemos que saber ver la visión. Le diría a Dios “Tú nos hiciste, ahora dinos hacia donde nos toca ir para terminar con lo que se debe de acabar y continuar con lo que se debe de continuar”
-Me impresiona su trayectoria profesional ¿Realmente ha valido la pena?
–¡Sí! Bastante. Tenemos profesionales egresados de la Autónoma de Nuevo León que han ganado premios internacionales, incluso, tenemos gente trabajando en diferentes países. Ver estos alumnos que entran a las aulas con toda la ilusión del mundo y luego verlos con un título profesional, sacando adelante a su familia, mostrándole a la sociedad lo que debe de hacerse de manera responsable y ética, es sumamente gratificante. Eso es lo que me hace saber que estamos en el rumbo correcto.
-¿Qué siente el Director Académico de la UANL, ser entrevistado?
–Un poco extraño, la verdad, es que siempre nos ha tocado organizar desde atrás o hacer otro tipo de funciones. El que hoy me estén entrevistando, se siente un poco extraño porque todos tenemos algo que decir, algo que comunicar y que lo que haya dicho, haya servido de algo y que aporte tanto al Premio Nacional de Periodismo como dar a conocer un poco más de nuestra Facultad de Ciencias de la Comunicación y de la Universidad Autónoma de Nuevo León.