Fidel Rodríguez Ramos

  Para celebrar la victoria de Obrador en las urnas, aquel primero de julio del 2018, se inaugurara en Tabasco la refinería Olmeca, que ayudará a contar con más gasolina, buscando una necesaria independencia frente a los Estados Unidos de América que cada año nos vende miles de millones de dólares de ese preciado recurso, recordamos las palabras del actual presidente en el Zócalo: “debe parar la perjudicial práctica de seguir vendiendo petróleo a los americanos, que ellos nos regresan convertido en combustibles; pues es como venderles naranjas para comprarles despues jugos a un mayor precio”.

     Hoy se crítica esa refinería, se asegura que es un fracaso, que fue mal diseñada, que el precio es escandaloso, que de nada servirá, resulta curioso que tales juicios los externen periodistas, analistas mexicanos que desde la llegada a Obrador al gobierno se han dedicado a satanizar todos sus propósitos, proyectos, ideas. A pesar de que hasta la saciedad se ha declarado que nadie de sus opositores ha sido tocado, afectado por sus delicadas medidas, que no se comparan a los noventa años de administraciones priistas y panistas, que dejaron un país en ruinas, la devastación, por supuesto que es imposible arreglarla en un simple sexenio.

     Nadie lo puede negar, esos noventa años de predominio, fueron adversos para todos, hoy estamos conociendo, en carne propia, los efectos de toda una práctica de robo, corrupción, violencia, engaño. Poco les faltó a los hoy opositores, arruinar, quebrar definitivamente a PEMEX, Comisión Federal de Electricidad (CFE), sólo en parte mínima “se salvaron”. Por ejemplo Calderón prometió una nueva refinería en Guanajuato, de ese proyecto nada hubo al final, sólo el derroche de más de mil millones de pesos. En España, a nuestro nombre se tiraron más de veinte mil millones de pesos, para supuestamente construir hoteles flotantes para Petróleos Mexicanos que por supuesto nunca se hicieron. Y no se diga la venta de espacios en el Golfo de México, en las costas para extraerlo, los compradores, en perjuicio de todos, sólo hicieron especulaciones con los permisos para obtener grandes ganancias, sin sacar un solo barril de hidrocarburo, la “idea” fue de Peña Nieto.

    Efectivamente hay muchas cosas por hacer, como una educación que se base, desde el kínder, en el trabajo, olvidamos que ese nivel tenía como propuesta cuando surge en Europa enseñar al niño el cultivo de plantas y hortalizas. No se puede ocultar que uno de los buenos trabajos que se hicieron para toda la población fue vacunar a millones de mexicanos, esto se escribe fácil, pero recordemos toda la sarta de mentiras, boicots, trabas que se pusieron para desalentar a todos.

   Claro que se reconoce el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles, que no fue demagogia populista. El tiempo ha sido raudo, debemos entender la propuesta de la Cuarta Transformación, la necesidad de construir un real partido político que sea un eficaz instrumento de organización, de defensa de los intereses, sobre todo, de quienes no cuentan con nada, que es más de la mitad de la población.

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