Fidel Rodríguez Ramos

   Después de más de cien días de guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto va tomando situaciones cada vez más delicadas, al descubrirse el papel principal que desde hace años ha estado jugando Estados Unidos de América para posicionarse militarmente en la puerta principal de acceso a una de las máximas potencias nucleares del mundo, como lo es la antigua Unión Soviética.

   Se creía, ingenuamente, que la invasión a Ucrania era meramente un capricho ruso, y no, pues lo que ha ocurrido desde el pasado febrero 24, es la respuesta frente al presidente ucraniano Zelenski que  rompe con un acuerdo diplomático previo, donde se aceptaba la no intromisión de fuerzas militares occidentales en las fronteras rusas, que por supuesto amenazaban su seguridad. A pesar de ello el presidente ucraniano reconoce el error, y trata de encontrar una salida pacífica, eso por supuesto no agrada a los norteamericanos e ingleses que exigen seguir con una línea de guerra donde millones de ucranianos han abandonado su patria, miles han caído por el efecto de los cohetes lanzados por Rusia a poca distancia de sus fronteras.

    EUA ha atizado más la guerra, pues ha decidido entregar al gobierno de Ucrania, cuarenta mil millones de dólares que se invirtieron en armamento, vehículos blindados y defensa anti aérea. Lo que se creía una moribunda fuerza organizada como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha resurgido con el aglutinamiento de más países que poco a poco van cercando a Rusia. Desde el inicio de la confrontación el gobierno de Joe Biden prometió a Zelenski una increíble ayuda económica que en lo particular no creemos: 15 billones de dólares. La contienda se ha convertido en un campo ideal para los negocios, como la producción y venta de sofisticados armamentos, ello explica mucho el alargamiento de un conflicto que supuestamente nadie ha podido conjurar como la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

    El actual escenario debe preocuparnos, pues varios especialistas aseguran que el enfrentamiento se va dirigiendo al uso de armamento nuclear, toda vez que se observa algo así como un empate que cambia la situación de dominación que antes mostraba Rusia, pues más países se unen a Ucrania como Japón, Alemania, España, Finlandia, Canadá, Francia actuando, indirectamente a favor del poderío norteamericano que cuidadosamente está preparando otro escenario de guerra frente a China, apoyando a Taiwan, “olvidando” que esa isla es propiedad de China; entre Ucrania y Rusia un arreglo pacífico se ve cada vez más lejos, más cercana una confrontación entre decenas de países acaudilladas por el gobierno de Biden contra los soviéticos.

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