Adén Castro

Increíble, el gobierno de la 4T confía durante un largo tiempo, la Seguridad Alimentaria Mexicana (SEGALMEX), a un digno personaje proveniente de las filas priistas, Ignacio Ovalle  que en sus tiempos de juventud, en el gobierno de Luis Echeverría Álvarez se encarga de desaparecer la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO) que establece miles de tiendas en todo el país, para atender a millones de pobres.

  Ahora en SEGALMEX don Ignacio hace de las suyas en la compra simulada de leche, provocando un quebranto, cuyo daño pudiera ir de los ocho a los 12 mil millones de pesos. Cuidadoso él o sus protectores, simplemente lo despiden, poniéndolo a cubierto en otro lado, haciendo que otros cumplan su papel de chivos expiatorios, para mantener las aguas tranquilas. Un crimen tal hecho, sabiendo que en México el 60 por ciento de los hogares mexicanos padecen insuficiencia alimentaria. Todo se puede permitir, menos que se juegue con el hambre del pueblo.

  Parecía tan buen hombre y además atractivo

    A cuentagotas, no nos quieren explicar, decir los cargos que hoy las autoridades cargan al expresidente Enrique Peña Nieto que en su campaña presidencial regala celulares, tarjetas telefónicas de cien, doscientos pesos, computadoras. Su plan resulta de maravilla, sus contrincantes ni el polvo le ven, triunfa arrolladoramente. Guapo, bien plantado, hasta las mujeres, abiertamente lo chuleaban; los hombres rudos, lo veían con simpatía, como diciendo “hasta que vamos a tener un galán como el mero preciso”. Hoy se considera que tanta lana se obtiene gracias al favor, por adelantado, que le hace la empresa española OHL, que se beneficiaría ampliamente con la realización de grandes obras. Eso hoy se lo pretende cobrar la justicia, pues para ella eso se llama DELITO ELECTORAL.

               Muerte y sin agua

       La brutal sequía que hoy se padece en un amplio espacio del territorio nacional, el cambio climático que provoca altas temperaturas ha provocado la muerte de 13 personas. Por la falta de agua hay riñas, encarecimiento de la misma. Y nuestros diputados, desde hace diez largos años, no han tenido chance, a lo mejor por andar sumamente atareados, para declararla como un derecho para todos. Eso sí, justificaron que la misma la gocen compañías extranjeras. Pero no sólo son flojos los diputados que están en  la Ciudad de México, también en Michoacán no han querido atender los trabajos que tienen que ver con el derecho al aborto, donde mueren miles de jovencitas y adolescentes cada año, por practicárselo en condiciones insalubres, en manos  no profesionales.     

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