Rodríguez Ramos Fidel
A raíz de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) que firma Salinas de Gortari Con los EUA y Canadá, en 1994, se produce un hecho sorprendente en Chiapas, una insurrección indígena organizada en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), donde la figura principal es un hombre hasta hoy desconocido, cuya identidad era cubierta con un pasamontañas, él era el subcomandante Marcos, el levantamiento armado que le declara la guerra al ejército, era para rechazar tal convenio que se traduciría, y el tiempo les dio la razón, en más miseria y sometimiento al imperio del Norte, ese compromiso sigue aún bajo el nombre de Tratado México Estados Unidos Canadá (Tmec).
La causa era justa, y se origina en una entidad donde la explotación, el racismo, el abandono, agresión, muerte hacia los indígenas se producía con más fuerza, el hilo se rompe por lo más delgado. Era costumbre por ejemplo que mucha gente de razón, esperara en las entradas de San Cristóbal de las Casas a los aborígenes que llegaban con la ilusión de mercadear sus cosas, y ello no era posible, porque las “atajadoras” se les abalanzaban para quitarles sus artículos, a cambio de alguna moneda. Si un indígena caminaba por una banqueta, debía bajarse para dar el paso a los que hablaban castilla.
Marcos, supuestamente es originario de Tampico, su padre se dedicaba a la venta de muebles, muy joven llega al entonces Distrito Federal para estudiar diseño gráfico en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde se cree que también imparte clases. Quizás desde esos tiempos se relaciona con personas que en secreto, en la clandestinidad promovían en diversos lugares del país la organización de un posible levantamiento armado. Así, un reducido grupo llega a la selva lacandona chiapaneca, para establecer un foco guerrillero donde llega Marcos, para formarse como combatiente tras intenso fogueo, preparación, dedicación que le permiten ganar una confianza, presencia en decenas de pueblos y comunidades.
Los pueblos sostienen el movimiento clandestino, con sus recursos compran armas, invitan a gentes que en gran número se van integrando, el trabajo es tan efectivo que antes de 1994 ya se consideraba necesario iniciar la rebelión nacional. Después de una consulta general, todos los involucrados deciden iniciar la guerra el primer día del año mencionado, ésta se conoce en el planeta, se producen combates, y lo más importante se reconoce la justificación de esa gesta libertaria, los mexicanos claman, después de algunos titubeos, por un arreglo pacífico que se trata en los primeros días.
Muchos deseaban ser parte del movimiento, por eso atendieron los llamados para realizar grandes encuentros en la selva chiapaneca donde llegan personas, celebridades de todo el planeta. Todos los indígenas de México, aprovechan el instante para aglutinarse en el Consejo Nacional Indígena (CNI), donde se considera la necesidad de participar en las justas electorales presidenciales.
En los primeros años del gobierno de Vicente Fox, Marcos decide realizar un recorrido por varias partes del país, llega a Pátzcuaro, donde clama por la liberación de pescadores presos de Janitzio, en este lugar nos tocó verlo, apreciar su figura mediana, delgada, de piel y ojos claros, eso sí llena de gran energía y carácter. De aquí se traslada a Nurío donde se celebra un gran encuentro, se hospeda en la casa de Juan Chávez Alonso, donde Marcos es atendido por su esposa Celia Rodríguez Diego que asegura verlo sin la capucha, fumando pipa, pegado a la computadora, sin darse ningún momento de descanso. Hoy Marcos se ha rebautizado con el nombre de Galeano, la leyenda queda atrás, fruto de esa gesta armada son hoy los llamados Caracoles o comunidades autónomas chiapanecas donde todo se decide en colectivo, esperando un nuevo futuro.