Fidel Rodríguez Ramos

   Volvemos a sentir contento, de saber que por nosotros hace doscientos doce años, mujeres y hombres valientes se echaron a cuestas la tremenda responsabilidad de iniciar una guerra de liberación, que buscaba el ser independientes de las ataduras, grilletes que durante trescientos años debimos de soportar, rindiendo tributo, obediencia hacia diversos reyes españoles que nunca se dignaron a poner un pie en lo que consideraban una simple colonia, donde eran dueños de todo.

   El grito justiciero que se da en Dolores en 1810, Guanajuato es escuchado en gran parte de lo que antiguamente era la llamada Nueva España, aquí en nuestra entidad, ya desde 1808 se realizaban reuniones con gentes de Valladolid (hoy Morelia), Pátzcuaro para organizar la rebelión que es descubierta tempranamente, sin embargo los involucrados a pesar de estar en prisión, de ser señalados como enemigos de la paz pública, transgresores de la ley, de la religión no dudan en seguir adelante, sin importarles dejar atrás comodidades, bienes y familias.

  Se asegura que después del llamado de Hidalgo, en Pátzcuaro es detenido un hombre enfrente de palacio de gobierno municipal quien con un puñal en la mano gritaba vivas a los iniciadores del movimiento de Independencia. La llama libertaria asusta a los opresores, de ahí que pronto practicaron los más serios castigos a quienes se atrevieran a pelear por los derechos de todos. Así, es aprehendida una mujer cuyo nombre ha quedado en el anonimato, unos dicen que se llamaba Guadalupe, pero se conoce como “La Correo”, ella es tomada del cabello para ser arrastrada hasta el centro de esa ciudad, y por supuesto pierde su cabellera. Esa heroína mandaba recados a los insurgentes de  Tacámbaro, Turicato o Puruarán.

      Nadie quiso quedarse como espectador, de ahí que en Eróngaricuaro otra mujer es detenida por ser enlace con los libertadores, se le perdona y tras exigírsele una gran cantidad de dinero es puesta en libertad, con la advertencia de que dejara de seguir haciendo esa acción, María Luisa Martínez no lo hace y nuevamente es presa, al no poder pagar una cantidad más grande es condenada a ser fusilada. Igual circunstancia vive la moreliana avecindada en Pátzcuaro Gertrudis Bocanegra que involucra a su marido español, a su hijo para que participaran en las batallas contra los defensores de España, al morir ellos, Bocanegra sigue organizando, convenciendo a más gente a participar, convence a muchos soldados del bando enemigo para que peleen por México, es arrestada y ajusticiada.

     Janitzio es habilitado como fuerte donde los seguidores de Morelos, Matamoros, Hermenegildo Galeana, José Antonio Torres siguieron peleando por la causa que logra tener simpatía en la misma España, pues desde ahí llega a tierras mexicanas Francisco Xavier Mina a reavivar la llama de Allende y Josefa Ortiz de Domínguez, aquí en la ribera del lago fueron ejecutados  oficiales que venían con Mina:  Nicholson y Yortis. ¡Viva México! ¡Vivan los que nos dieron Patria y Libertad! ¡Viva nuestra región lacustre!

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