Al plantear eliminar uno de los principales órganos de transparencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador, deja entrever nuevamente la forma de gobierno que desea estructurar durante su sexenio.

Con esta propuesta que pretende hacer llegar a los legisladores, el ejecutivo estaría convirtiéndose en juez y parte, así lo señaló la legisladora local. Si bien es cierto el INAI tiene deficiencias en cuanto a su capacidad de garantizar el acceso a la transparencia, lo correcto sería plantear acciones que perfeccionen y que fortalezcan sus funciones.

Al pretender acabar con los órganos autónomos, cuando fueron creados con el fin de ser el contrapeso del gobierno, se deja al descubierto la falta de aceptación de los cuestionamientos y las evidencias de la poca transparencia dentro de su administración.

“Esperemos que al momento del análisis de la iniciativa ya anunciada, exista un debate real en la Cámara, con el que se pueda evitar un retroceso del avance democratico en México”.

Señaló la legisladora Araceli Saucedo, que no es destruyendo las instituciones como un gobierno puede rendir buenos resultados, sino haciendo uso de los mejores perfiles profesionales y experimentados en sus respectivas materias para estar al frente de estas y dotar de las mejores herramientas.

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