Por: Hermila Solís
Para los que hemos visitado el lago de Pátzcuaro en recientes semanas nos es doloroso darnos cuenta de las condiciones en las que se encuentra. Muchos son los problemas que aquejan a nuestro lago y, sin embargo, todos pueden ser resueltos si hay la voluntad política por parte de nuestras autoridades.
Incontables son los esfuerzos que se han realizado desde hace décadas para detener el deterioro del lago, pero no han sido suficientes o son aislados. Por ello, es necesaria una agenda permanente en donde los diferentes niveles de gobierno asignen actividades concretas y un presupuesto año tras año para atender lo que ya no puede seguir desatendido.
La preservación de nuestro lago debe ser prioritaria. Quizá en una primera etapa no existe una solución que sea definitiva y que revierta la situación tan complicada que vive el emblemático cuerpo de agua, pero debemos comenzar a actuar y ser constantes con las acciones que formen parte de esta Agenda por el Rescate del Lago.
Las grandes cantidades de lirio en su superficie tan sólo es uno de los problemas, pero que puede ser atendido de inmediato. Debemos recordar que el lirio toma de las aguas grises vertidas los nutrientes necesarios para su reproducción, y su alta proliferación es un claro síntoma del problema que esto significa.
Además, hay proyectos sólidos que permiten dar tratamiento al lirio extraído, desde composta hasta la creación de papel en una fábrica ubicada en Huecorio. Esto convierte la extracción del lirio en el primer eslabón de una posible cadena productiva.
Podemos decir que, dadas las circunstancias, las jornadas de extracción de lirio son un éxito. Los resultados están a la vista y son gracias a días de trabajo de mujeres y hombres que destinaron mañanas completas para hacer lo que parecía imposible.
Poco a poco van desapareciendo las manchas que aparecieron en mis pies, luego de colaborar en las jornadas de extracción del lirio. De lejos parece fácil, pero el lirio mojado se vuelve pesado y complica su maniobra; el frío de la mañana y la inevitable humedad en los pies al meterte entre el lirio son un factor en contra con el paso de las horas. Sin embargo, la satisfacción siempre será mucho más grande.
El lago de Pátzcuaro es parte de la responsabilidad de nuestras autoridades, por lo que este representa no sólo para nuestro municipio, sino para todo Michoacán. Confío en que pronto podamos ver anunciadas acciones claras y permanentes. Porque la sociedad ya ha dado muestra de lo que es capaz de hacer cuando se une.