Fidel Rodríguez Ramos

Errores, y graves, hemos tenido la mayoría de los mexicanos, ante el resurgimiento del virus que cambia todo en el 2020. Los mal llamados medios de comunicación, poca o ninguna información dieron sobre la letalidad del coronavirus durante los primeros cincuenta días de ese fatídico año.

La máxima autoridad del país, ¿lo recuerda? Aconsejaba salir a pasear, abrazarse, consumir comida en los puestos populares o fondas. Aún hoy se resiste a usar cubrebocas, eso no es posible, nos guste o no, su actitud es imitada por la sociedad. Hay acuerdo mundial en que hasta hoy la mascarilla es el mejor recurso para contener el microbio.

Peor fue la poca seriedad de la primera autoridad política en Michoacán, quien alguna vez declarara: “a quien veamos sin protección y vagando en la calle, lo vamos a llevar a los hospitales para que lave los baños”. Después asegura: “no vamos a recibir esta basura de China, la vamos a regresar”, refiriéndose a los cubrebocas azulitos que el gobierno federal le hace llegar. Quizás por eso hoy se cuestiona, pone en duda sus pronunciamientos legales que casi son como llamadas a misa.

En Pátzcuaro parece que ahora si la gente empieza a tomar con seriedad la epidemia, después de muchas fiestas, reuniones. Lamentable a lo mejor por la falta de dinero, fue cancelar la vigilancia, el cerco que se había puesto durante varios días en el mercado municipal, donde la gente dice: “ahí está la mera mata del Covid”. La seriedad del mal nos ha hecho rogar hasta la Virgen de La Salud, a nuestra Patrona que recorrió gran parte de las calles y avenidas de la cabecera municipal.

Peor fue anunciar la vacuna a finales del año pasado, pues le dimos vuelo a la hilacha, más pachangas, paseos, visitas a las plazas y mercados, decíamos “no le hace calcabo ya está el remedio”. Corre por mi cuenta otra hora de música. Es claro, y no lo hemos entendido, muchas gentes, empresas han ganado dinero a manos llenas aprovechando la venta de medicinas, oxígeno, uso de hospitales privados, fabricación de artículos para enfrentar el contagio.

Hemos olvidado algo importante, el sistema en el cual vive el mundo no tolera, no permite que en UNIDAD enfrentemos el peligro, sigue habiendo un absurdo egoísmo, fomentado las 24 horas, un no me importa lo que les pase a mis semejantes, al vecino que ya perdió su chamba, que no tiene atención médica. Digno de aplauso es la actitud de la Unión Europea que anuncia hacer llegar vacunas a las naciones pobres que no puedan comprarlas.

En este sistema de vida, de organización todo, desafortunadamente, se resuelve con dinero. Como es posible que un organismo internacional destine para toda la América del Sur mil millones de dólares para aliviar un poco la situación causada por el virus, mientras México da, por concepto de una pesada deuda externa, setecientos mil millones de pesos a instituciones mundiales de crédito que no se compadecen de nuestra dramática situación, que no nos permite invertir en industria, agricultura, construcción de carreteras, hospitales. ¡Urge pedir un tache, declarar una moratoria, dejar para después el pago de lo que se les debe por intereses, que se nos permita dar, un respiro, jalar un poco de oxigeno mientras salimos de esta situación que es de vida o muerte para muchos habitantes, que con justeza claman por una ayuda económica!

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