Fidel Rodríguez Ramos

Grandes empresarios, influyentes, esperan dar el primer paso, llevando a lo más que se pueda al Congreso de la Unión, para desde ahí empezar a descomponer todo lo que ha hecho, solito, Andrés Manuel López Obrador, para ello habrán de aprovechar al máximo los más de siete mil millones de pesos que se les asignarán a todos los partidos políticos, quienes se han hecho los indiferentes ante la petición de dar, cuando menos, la mitad de ese recurso que se emplearía para enfrentar a la Covid-19.

Ese gasto de campaña, en realidad es inútil toda vez que la gente ignora quienes son los candidatos a ocupar presidencias municipales, diputaciones, no así las gubernaturas. Menos sabemos los principios, propuestas de los diez partidos políticos, que para acabarla de amolar, varios unieron su sangre, se matrimoniaron para derrotar al pobre Peje, horita, dicen los encargados de esos institutos, no importa quien es quien, unamos nuestras manos, nuestros corazones para botar a ese dictador de palacio nacional que nomás se la pasa atacándonos, a nosotros que añoramos aquellos felices tiempos, donde si había orden, a los gobiernos buenísimos de Fox, Calderón, Peña Nieto quien por su notable, excelente ocurrencia de hacer un aeropuerto de primer mundo, que se cancela por lo pronto, nomás, tendremos que pagar trescientos mil millones de pesos, y no los más de cien mil que se habían dicho en un principio.

El gasto para los partidos es a lo tarugo, porque sólo se conoce a Lupita Jones, ex miss universo, a Quico el del Chavo del Ocho, a la que canta “rata de dos patas”, a dos luchadores profesionales enmascarados que son la mera sensación, los demás se encuentran en un triste anonimato y el de ya chole, El Torito sin Cerca que será sacrificado para que triunfe de calle el PRI en Guerrero.

Sólo dos sopitas de caracol hay para votar: el Morena sus acompañantes, que sépala quienes son y una deslucida oposición donde sólo se identifican, más o menos, tres partidos. Y pues bueno, primero lo primero la democracia, los restauranteros, músicos, los de los juegos mecánicos, los payasos (los de a deveras), los dueños de bares, hoteleros, quienes venden hamburguesas, enchiladas, los de los mercados sobre ruedas que se esperen, porque como vamos a hacer menos a quienes han elegido el sufrimiento, los desaires, los desvelos, sacrificios, la renuncia a todo, a los héroes que pondrán nuevamente a este país en el orden, desarrollo y justicia.

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