Fidel Rodríguez Ramos
Por nuestro criticable actuar político, la nación parece hundirse en un vacío, que no ha tocado fondo, pues cada día se conocen hechos verdaderamente lamentables, indefendibles que causan desprecio, desconfianza hacia una noble labor que hemos ensuciado, destruyendo su posibilidad para conducirnos a una mejor vida.
Los partidos, las autoridades que surgen de los mismos, ignoran como los jóvenes, lo más sano que puede haber en esta patria, se avergüenzan de ellas, y ese sentimiento, mínimo, ya lleva diez años. Sin embargo ¿Quién no puede reconocer los buenos momentos que han tenido los políticos? Como cuando Peña Nieto pide perdón por haber aceptado una casa como regalo. Ese gesto se borra cuando el documento formal, oficial que da fe de un comportamiento que debe seguirse por otros actores, agarrados con las manos en la masa, simplemente lo desaparecen sus achichincles, momentos antes de abandonar su cuestionable administración, que no le impide llevarse hasta los cubiertos de plata que estaban en Los Pinos.
Como no se van a apenar los adolescentes, cuando saben que quienes integran la élite, el pequeño grupo en los partidos, cínicamente cambian de instituto como cambiar de ropa interior, sin importarles sus principios, los fines o promesas que supuestamente deben respetar. Hay un personaje en la región, que nace en pañales de seda, y como si nada primero milita en Acción Nacional que no le impide apoyar abiertamente a José Antonio Meade del tricolor, después se cambia al Morena, donde se retrata con Obrador y ahora actúa en el PES, buscando un huesito, ese comportamiento esquizofrénico tiene una meta, seguir disfrutando de las arcas abiertas de un erario que sólo alcanza para ellos, sin hacer absolutamente nada.
Los partidos sin ningún recato, han mostrado el cobre, demostrando que por sus semejantes no sienten ningún interés o compasión, diariamente nos restregan en la cara su desprecio, esas instancias no quisieron dar los tiempos que les dimos en la radio y televisión o prensa para atender el cuidado contra la covid-19; menos desearon dar una parte de su presupuesto (siete mil millones de pesos) para vacunas, que deseaban no se hallarán pronto, para tumbar más fácilmente al gobierno federal, hasta esos límites deshumanizantes llegaron.
Cómo no van a despreciar los jóvenes a la vida política, cuando saben que los partidos, con algunas raras excepciones, apoyan el continuo saqueo de lo que debiera pertenecer a ellos y que hoy se ofrece, humildemente a los extranjeros, como el oro blanco, el litio que absurdamente se acepta REGALAR a China, Inglaterra, Estados Unidos de América y Australia. El mineral del futuro para gentes ajenas y no para ofrecer preparación, empleo a los niños, a las chavas y chavos que sólo ven negrura en su futuro. Carlos Romero Deschamps, perpetuo diirigente sindical, no conoce los significados de las palabras TRABAJO, PERDÓN, a manos llenas roba a PEMEX, regala a un amigo candidato a la Presidencia mil millones de pesos, ve como cosa natural que su hija paseara en aviones privados a sus perros por todo el planeta, ofreciéndoles las bebidas alcohólicas más selectas y caras, así ¿cómo no va a existir un repudio, repulsión por la llamada POLÏTICA?.