Enrique Espinoza/Alma Gloria Chávez

Nos hemos permitido convocarles y agradecemos su asistencia, porque consideramos urgente y necesario que ustedes, representantes de medios de comunicación, se constituyan en difusores de nuestra preocupación respecto del grave deterioro que padece la cuenca del lago de Pátzcuaro, que está agonizando ante la indiferencia de organismos e instituciones tanto privadas como gubernamentales; les compartimos nuestra preocupación resultante de la directa  observación y el análisis de la situación social y ambiental que prevalece en los cuatro municipios de la región: Erongarícuaro, Quiroga, Tzintzuntzan y Pátzcuaro. No era exageración lo que expresaba el Doctor Víctor Toledo al referirse a nuestra región como de “desastre ecológico” en el mes de agosto del año 1999. Pero también les queremos manifestar nuestra indignación por que las autoridades de los tres niveles de gobierno se han mostrado omisas ante la problemática que conocen y que hemos manifestado en múltiples años y reuniones. Y lo que decimos lo fundamentamos con este breve diagnóstico que hemos elaborado y en el que damos cuenta del gravísimo daño de nuestros recursos.  Pero antes queremos decirles quienes somos estos ciudadanos y que queremos.

¿Quiénes somos?

El día 28 de septiembre del 2019 en la ciudad de Pátzcuaro, un grupo conformado por 35 ciudadanos ambientalistas de la región del Lago de Pátzcuaro nos reunimos con el Dr. Víctor Toledo Manzur, entonces secretario de la SEMARNAT con el propósito de conocer cuáles serían las líneas de intervención de esta instancia federal en la región del Lago de Pátzcuaro. En su intervención,  el Secretario expuso que la dependencia a su cargo  basaba su política en información científica de alta calidad así como en la ciudadanización de las políticas ambientales, para esto último recomendó que el grupo de ciudadanos conformáramos un Consejo Regional Ciudadano, para coadyuvar con  la Secretaría y actualizar los diagnósticos municipales,  asimismo, que se elaborará un plan regional, y que el Consejo participe como una instancia de interlocución ciudadana con la SEMARNAT; de igual manera en su momento mencionó la intención de la Secretaría de bajar su estructura a nivel de los 7 municipios que conforman la cuenca del Lago de Pátzcuaro; en esta reunión se hizo entrega al Secretario de la propuesta de líneas de intervención elaborada por las y los ciudadanos.

Posteriormente, en asamblea el grupo de ciudadanos nos conformamos en un “Consejo Regional Ciudadano del Lago de Pátzcuaro” y se acordó que se trabajará en una primera etapa en los municipios de Pátzcuaro, Erongarícuaro, Tzintzuntzan y Quiroga,  y que de acuerdo a las condiciones que se presenten se extenderán los trabajos al municipio de Salvador Escalante, en cuyo territorio se encuentra ubicado el Lago de Zirahuén, incorporando también a los municipios de Huiramba y Lagunillas; abarcando con esto toda la cuenca hidrológica.

Actualmente, el Consejo Regional Ciudadano del lago de Pátzcuaro está integrado por 38 ciudadanos pertenecientes a:

  • Asociaciones civiles
  • Uniones locales de pescadores
  • 1 centro de investigación (INIRENA de la UMSNH).
  • 28 ciudadanos ambientalistas con trabajo en la región que en distintos momentos han venido participando en diferentes acciones concernientes a este ámbito.

Objetivo general del Consejo Regional Ciudadano

Ser una instancia de participación ciudadana diversa e incluyente en la Región Pátzcuaro- Zirahuén que incida en el diseño e implementación de políticas públicas que ayuden a generar un desarrollo armonioso, ordenado y respetuoso con el medio ambiente, en las diversas actividades económicas, productivas y de los centros de población que se ubican en este espacio territorial. Y que estas acciones, proyectos e impactos de las políticas públicas repercutan en la calidad de vida de los pobladores y en la calidad de los recursos naturales de nuestra región.

El diagnóstico

  1. El agua

El municipio de Pátzcuaro enfrenta una grave crisis en torno al agua. Desde hace un año aproximadamente, alrededor de 30 colonias han padecido en mayor o menor medida su escasez, en medio de una pandemia mundial. Si a esto sumamos que, según información obtenida a través del sitio de internet de la CONAGUA, Michoacán se encuentra entre los estados que han presentado en los últimos meses un porcentaje de precipitación pluvial por debajo de la media anual , podemos decir que este es un año muy complicado para los pobladores  y agricultores.

     En noviembre del año pasado, representantes de varias colonias, así como personal del OOAPAS y medios de comunicación, hicieron un recorrido por los distintos manantiales. De lo anterior, se derivó la siguiente información:

De los tres nacimientos de agua del manantial de San Gregorio, uno se encuentra seco y los otros dos con un nivel mucho menor del esperado para la época en que se hizo la inspección.

   El cambio de uso de suelo para la siembra de aguacate es otro de los problemas que enfrentamos, no sólo modifica el ciclo hidrológico,  por la disminución considerable de cobertura forestal, sino que este cultivo consume una mayor cantidad de agua. Se han encontrado además tomas de agua clandestina cuyo destino son algunas huertas de aguacate.

El Doctor Chacón del Instituto de Investigaciones de los Recursos Naturales de la Universidad Michoacana da a conocer “La población ha crecido a unos 156,184 habitantes en la cuenca de los cuales el 63% se concentra en zonas urbanas y 27 % en zonas rurales, y el volumen actual de uso del agua doméstico y de riego es de 30.0 Mm3 lo que también demuestra los limitados recursos hídricos que existen para una población siempre en crecimiento. En relación la disponibilidad de aguas subterráneas la extracción total solicitada para 123 aprovechamientos subterráneos de usos acuícolas, agrícolas, domésticos, público urbano, servicios y pecuario se estima en un total de 7.8 Mm3/año superior a la concesionada del orden de 106,520.5 m3/año. (“La Cuenca del lago de Pátzcuaro, Michoacán, México.2021)

La falta de acciones contundentes en relación al mantenimiento del lago, lo tienen en un estado grave, perdiendo aceleradamente extensión y profundidad.

Por último, la falta de educación ambiental, no sólo en la ciudadanía sino también en los funcionarios públicos que han estado al frente de las administraciones federales, estatales y municipales, contribuyen a no dimensionar el problema que tenemos y que urge comenzar a resolver si es que deseamos que Pátzcuaro siga siendo un lugar habitable.

Propuestas:

  • Reglamento que evite monocultivos como el aguacate que provocan erosión, contaminación por agroquímicos tóxicos y que además requieren de una mayor cantidad de agua en comparación con otros cultivos.
  • Talleres de educación ambiental tanto para autoridades como para la ciudadanía impartidos por verdaderas expertas o expertos en el tema.
  • Establecer una serie de exigencias en formación académica y experiencia profesional comprobable a quienes pretendan ocupar la regiduría de Ecología, así como un plan de trabajo que pueda ser discutido con expertos en el tema. Es decir, que quien sea candidato a regidor de Ecología presente un plan de trabajo que será evaluado por académicos competentes en el tema, discutido y nutrido por ellos. Es tan grave la situación del medio ambiente que no es posible tener en un cargo tan importante a alguien que no esté realmente preparado para ello.
  •  La Erosión

La erosión es una de las seis causas, entre muchas otras que son señaladas por investigadores, que han disminuido la extensión y la profundidad del Lago de Pátzcuaro. La deforestación y prácticas agrícolas inadecuadas han provocado procesos de erosión y pérdida de fertilidad en los suelos con sus consecuencias económicas para los productores y sus familias, al invertir más trabajo y recursos económicos para hacer producir la tierra. Por otro lado, los dos tipos principales de suelo de la región, andosoles y luvisoles  tienen una alta susceptibilidad a la erosión ya que son suelos que por su textura ligera se suspenden fácilmente en el agua para ser arrastrados hacía el lago. Hace 13 años el Instituto Mexicano de la Tecnología del Agua (IMTA), determinó que se pierden cada año 12.3 toneladas de suelo por hectárea, mismas que son depositadas en el fondo de la cuenca.  El mismo estudio indica que 26 comunidades ribereñas de los 4 municipios, es decir una cuarta parte del total de las comunidades de la región, cuentan ya con más de 2 mil hectáreas con altos grados de erosión.  Es importante mencionar, que las dependencias estatales y federales no han implementado programas y acciones de conservación de suelo, para revertir el azolve del Lago de Pátzcuaro en los últimos seis años. La región en este rubro también ha sido abandonada.

Propuesta:

  • Resulta urgente que la región sea declarada como “Región de atención prioritaria” para que se elaboré un programa integral de rescate de sus recursos naturales, de manera permanente
  • El cambio de uso de suelo

Un fenómeno asociado y que agrava más la situación de los recursos naturales y de los centros de población es el cambio de uso de suelo que se da en la región. La desaparición acelerada y sistemática de las zonas de bosque que han sido sustituidas por aguacate, un poco más de 2 mil hectáreas en los 4 municipios, según el  Sistema de Información de la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural  como cifra oficial como superficie liberada para la exportación de este fruto y se calcula alrededor de 20,000 hectáreas de aguacate por la superficie devastada en el Cerro de San Miguel y El Citunero en el Municipio de Pátzcuaro, en los cerros de “Las Varas” y La Mojonera” en el Municipio de Erongarícuaro. En donde los propios interesados se autorizan los cambios de uso de suelo, ya que la autoridad es omisa.

Es importante mencionar, que el proceso de cambio de uso de suelo se aceleró a partir de que se abrió la frontera con los Estados Unidos a la comercialización del aguacate en el año de 1997 y México aporta el 90% del millón de toneladas que consumen nuestros vecinos del norte. Este es el peso económico que tiene la producción de aguacate en términos de empleos y generación de riqueza. Pero es indudable reconocer que esa “prosperidad” ya tiene un fuerte impacto ambiental que nadie asume. Los cientos de litros de insecticidas, toneladas de fertilizantes y fungicidas que se emplean en la producción del “oro verde” ese se queda en el aire, suelo y agua de la región que nosotros también habitamos.

El Doctor Arturo Chacón investigador de toda la vida de la cuenca afirma, que: “Los procesos de deforestación y erosión en la cuenca han reducido considerablemente las aportaciones por infiltración. El 65% de la superficie de la cuenca (520.0 km2) se encuentra sin cobertura forestal derivado del cambio de uso de suelo para el cultivo del aguacate y otros cultivos. Lo anterior, se refleja en la disminución paulatina en el volumen de agua del lago, en el aumento de la superficie insular, así como en el aumento en la cobertura de la vegetación acuática emergente y sumergida”. (“La Cuenca del lago de Pátzcuaro, Michoacán, México 2021)

En el caso de las plantaciones de aguacate, la disponibilidad de agua es necesaria para la producción de fruto de calidad y para este propósito se instalan ollas de agua que impiden que el agua fluya hacia el lago en la época de lluvias. Pese a la “prohibición” que por norma tiene la CONAGUA para el establecimiento de infraestructura para la captación pluvial y todos sus requisitos. No obstante, cada hectárea de aguacate en producción consume 832,000 litros de agua por mes, y 5’, 824,000 de litros por temporada de estiaje.

 Por otro lado, desde hace unos 6 años se inició la proliferación de plantaciones de  “frutos rojos”, arándano, fresa, zarzamora y frambuesa, llamados genéricamente “berries”. Observamos cada vez más la construcción de infraestructura para su producción (túneles, micro túneles y membranas) que impiden la infiltración del agua de lluvia incrementándose la demanda de agua con el establecimiento de sistemas de riego de agua limpia que requieren las normas de inocuidad alimentaria para la exportación. El agua de la calidad que requiere la exportación solo puede ser obtenida de pozos profundos o manantiales.  La Comisión Nacional del Agua ha sido rebasada por los intereses de la agroindustria y se ha mostrado entre sumisa y omisa ante los intereses de estos productores. A manera de ejemplo podemos mencionar que una hectárea de zarzamora ocupa de 6 a 7 millones de litros de agua por temporada. Es por eso que hay un gran estrés hídrico en la región para los productores y los pobladores.

Ahora vemos que los Organismos Operadores de Agua Potable cada vez reciben más quejas por escasez o por volúmenes insuficientes de agua para el uso de los pobladores en 30 barrios y colonias solo en el municipio de Pátzcuaro.

El costo del Estado de Michoacán por ser los principales productores y líderes en la exportación de aguacate y berries, la población ya lo está pagando muy caro por el daño ambiental y social que ocasiona “tanta prosperidad”. Resaltamos que el agua potable de los centros de población de la Región del Lago de Pátzcuaro ya está en disputa.

Propuesta:

  • Legislar si es necesario y/o regular con las autoridades ambientales  del ámbito estatal y federal el cambio de uso suelo en la región Pátzcuaro. Ni una hectárea más de cambio de uso de suelo,
  • Establecer una cuota económica por kilo de aguacate comercializado para mercado nacional y exportación a través de la SADER y las Juntas Locales de Sanidad Vegetal  para programas de conservación de suelo y agua en la Región Pátzcuaro-Zirahuen administrado por los cuatro niveles de gobierno. (Para la Región de atención prioritaria)
  •  Los residuos sólidos

En el año del 2004 mediante una gestión colectiva entre el Gobierno del Estado, los 7 municipios del Región Pátzcuaro-Zirahuen y diversos grupos ciudadanos organizados promovimos la instalación de un Centro Integral de Tratamiento de Residuos Sólidos (CITIRS). Fue una obra de vanguardia en cuanto al manejo y disposición final de los residuos sólidos. Una empresa administraría de manera ejemplar este Centro único en Michoacán, y mediante pago de cuotas operaría bajo el principio de quien mayor volumen disponga de residuos sólidos, más pagaba. Poco a poco y ante el desinterés de las autoridades ambientales y municipales por vigilar la Norma Oficial Mexicana 084, esa obra ejemplar está a punto de colapsar y opera ya como un tiradero a cielo abierto, en algún momento se reportó dañada la geomembrana, ocasionando el derrame de los lixiviados contaminando el subsuelo y el acuífero. Durante un tiempo se estuvo ejecutando una propuesta educativa con el objeto de realizar la separación de los residuos que se generan pero falto la continuidad y seguimiento por parte de las autoridades y la ciudadanía en su conjunto. Por lo que es importante la coordinación intermunicipal para atender el problema del CITIRS.

El cuadro que a continuación presentamos de generación de residuos diaria por municipio da una idea del tamaño del problema y la solución.

MunicipioNúmero de habitantesKilogramos de residuos
Erongarícuaro14,80012,580
Huiramba5,2004,420
Lagunillas5,1004,435
Pátzcuaro95,00080,750
Quiroga23,40019,820
Salvador Escalante21,50018,275
Tzintzuntzan13,55614,710
Totales178,556154,990

Fuente de información: Semacdet 2020.

Propuestas:

  • Los municipios de la región, las autoridades ambientales estatales y federales así como los pobladores de la región deberán de crear una o varias propuestas de solución a la recolección, transporte y disposición final de los residuos sólidos.
  • Establecer un programa educativo para la separación de los residuos, así como para disminuir la generación de basura.
  • Centros de Población

Sabemos que en la Cuenca del Lago de Pátzcuaro conviven 92 asentamientos humanos, concentrados en cuatro municipios con características muy diferentes.  De ellos, Pátzcuaro y Quiroga, que entran en la categoría de ciudades, han tenido un crecimiento acelerado en las últimas décadas y sin duda son los sitios que más han contribuido a acelerar un progresivo cambio en el uso de suelo en perjuicio de nuestro espejo de agua. 

       Actualmente, no podemos seguir pensando o hablando de un posible “rescate” de esta Cuenca, mientras no se tomen en cuenta todos los estudios,  todas las inversiones y además  todas las observaciones,  advertencias y recomendaciones  hechas por innumerables actores sociales que en su momento han resultado acertadas,  pero que en los sucesivos cambios de gobierno se han hecho a un lado o no se les da continuidad,  sirviendo sólo como discurso para justificar algunos proyectos e invalidando además esfuerzos individuales o colectivos de quienes viven cotidianamente el daño causado al entorno del que depende su economía  y que además resulta parte  esencial en su vida y cultura.

       Resulta necesario hablar especialmente de Pátzcuaro, el centro que concentra más de la tercera parte de la población total de los cuatro municipios (Plan Pátzcuaro 2000) y para cuyas administraciones municipales en los últimos tres lustros no ha existido un auténtico interés ni una voluntad política para verdaderamente atender y resolver, de manera colectiva y coordinada con los Municipios  vecinos,  la problemática que ha venido aumentando, junto al crecimiento casi anárquico de la población, al no tomarse en cuenta, por parte de las autoridades en turno, el Plan de Desarrollo Urbano que sabemos existe.

       A pesar de la inscripción de Pátzcuaro en el Programa Federal de Pueblos Mágicos (actualmente sujeto a revisión), los planes para la regulación del transporte público y comercio ambulante han fracasado, igual que el proyecto integral planteado para la separación y confinamiento de residuos sólidos;  se han venido autorizando cada vez más fraccionamientos con la consecuente pérdida de áreas verdes y hasta una gasolinería ubicada en una importante arteria vial, sin los estudios actuales de impacto ambiental que exigen las leyes en la materia.

       La propuesta que hacemos, desde esta región y este Municipio, es la aportación de nuestros comprometidos esfuerzos para actuar de manera coadyuvante en todo plan de desarrollo urbano y ambiental, exigiendo como principio la sustentabilidad y como garantía de continuidad para cualquier proyecto, la integración de personas de la sociedad civil.  Porque se trata de que seamos nosotras las personas que llevamos generaciones habitando estos centros urbanos, comunidades y territorios, quienes decidan el presente y el futuro del lugar que habitamos

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