Daniel Márquez Melgoza
En la cabeza de muchos está la idea de saber de qué tamaño fue el triunfo político-electoral de AMLO, MORENA, su coalición y electores simpatizantes de la 4T, en las recientes elecciones del 6 de junio. Mi opinión es que los triunfos de AMLO, MORENA y su coalición en las elecciones del 6 de junio pasado hay que verlos a la luz de la diversidad y tamaño de los adversarios contra los cuales se compitió política y electoralmente.
A ver, vamos a echar un ojo a los contras que se tuvieron que enfrentar para alcanzar los resultados que ya todos conocemos.
Contra una coalición de organismos autónomos: el INE, TRIFE y demás organismos de esa categoría.
Contra la coalición de partidos políticos: PRI, PAN, PRD (PRIANRD).
Contra la coalición de empresarios: el Consejo Mexicano de Negocios, Consejo Coordinador Empresarial y demás cámaras empresariales.
Contra la coalición de medios impresos nacionales: Reforma, El Universal, Proceso, La Crónica, Excélsior, El Heraldo, El Financiero, Milenio, La Razón, El Economista, El Sol de México, etcétera.
Contra la coalición de medios electrónicos de televisión e internet: Televisa, Tv Azteca, Telefórmula, Cablevisión, Grupo Imagen, Grupo Multimedios, etcétera.
Contra una coalición de medios impresos y digitales extranjeros: New York Times, Washington Post, Financial Times, Wall Street Journal, The Economist, Le Monde, El País, etcétera.
Contra los abajofirmantes de manifiestos: de la revista NEXOS y su directorio; de la revista LETRAS LIBRES y su directorio; artistas e intelectuales “independientes”, “izquierdistas” que van por la quinta o sexta “transformación”, etcétera.
Contra una coalición de iglesias y templos de distinta monta: La Iglesia Católica, evangélicos varios.
A mi entender, la 4T y los que la conforman y construyen, salieron fortalecidos del pasado proceso electoral. No así las mencionadas coaliciones montoneras, según este opinador. Pero, ¿Usted qué opina?