Fidel Rodríguez Ramos

    El SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación) se crea en 1943, siendo su primer secretario general Luis Chávez Orozco, y desde un principio fue clara la influencia del gobierno, para controlar a las y los docentes de México, cuidando que éstos no practicaran una verdadera democracia, que hicieran posible la llegada de verdaderos representantes que hicieran posible el lema: “Por una educación al servicio del pueblo”.

México sería, en el aspecto educativo, una real potencia, como Japón mínimamente, pero esa posibilidad se impide con la llegada de cuatro personajes siniestros, quienes con diversas mañas y engaños logran ser los máximos representantes del magisterio, contando con la anuencia del gobierno federal. Ellos hacen de la escuela, de los docentes una moneda de cambio con las autoridades, a partir de 1949 cuando con la violencia dirige al SNTE el ingeniero Jesús Robles Martínez. Con él empieza, paulatinamente, a destruirse el modelo de educación básica, que era de tiempo completo, con actividades artísticas, deportivas y talleres.

A Robles le sucedería el profesor Carlos Jonguitud Barrios quien con metralleta en mano toma las instalaciones centrales del sindicato, apoyado por el entonces presidente Luis Echeverría Álvarez. Usa la violencia física contra los maestros que no se pliegan a sus caprichos, para ello crea grupos de choque, entrenados en las artes marciales. Además ayuda a eliminar lo que quedaba de la escuela de tiempo completo, ofreciendo dobles plazas; pone al servicio de las campañas políticas del PRI a todos los profesores, llegando al grado de llevar niños a los mítines en San Luis Potosí, donde varios se desmayan por una fuerte insolación.

Jonguitud, gracias al “préstamo” de los afiliados al SNTE logra incrustar a sus aliados en presidencias municipales, congresos locales, congreso de la unión, gubernaturas, en la SEP (Secretaría de Educación Pública), logra ser gobernador de San Luis Potosí, y ante la creciente inconformidad de los maestros el gobierno lo quita, sin haberle cumplido su sueño de ser secretario de educación.

En 1989 llega la maestra formada al vapor Elba Esther Gordillo Morales, a dirigir el SNTE apadrinada por Salinas de Gortari, quien le da la más completa libertad para que corrompa a los maestros, dándoles altos salarios sin dar clases, comisionándolos en labores partidarias en el PRI, los mejores puestos en la SEP, en las escuelas, sin importar si tenían o no preparación. Resulta buena para la represión contra los disidentes, a ella se le acusa de ser la autora intelectual del asesinato de  Misael Núñez Acosta, distinguido maestro en el Estado de México, que hizo suyas las demandas de los obreros y humildes.

Buena para la política es diputada federal, autoridad en la actual Ciudad de México, máxima autoridad en el PRI, organiza su propio partido llamado PANAL (Nueva Alianza). Buena para manejar sus centavitos quincenales, le permiten comprar un departamento en París y en Polanco, casa en California, yates, casas en Morelos, cargar bolsas de treinta, cincuenta mil pesos, lucir ropa, chanclas de grandes diseñadores. La “maestra” gustaba desplazarse en yets, helicópteros, comprar pinturas. Su máximo triunfo lo logra con Calderón Hinojosa que le entrega el ISSSTE, secretarías de seguridad nacional, una Afore (Administradora de los fondos de retiro), la posibilidad de recomendar a futuros gobernadores, diputados, senadores. Por sus manos pasaron más de treinta mil millones de pesos, por concepto de cuotas sindicales que maneja a su antojo, sin rendir cuentas a nadie, porque así lo mandataba la ley laboral.

Acepta Gordillo Morales que a partir del 2006 hasta el 2015, se evalúe a los niños del país, a través de la fraudulenta prueba ENLACE (Examen Nacional del Logro Académico en los Centros Educativos), nueve años se ocuparon los pequeños, los adolescentes rellenando bolitas en los cuadernillos de práctica, memorizando respuestas ¡una agresión, un retraso, un echar a perder nueve generaciones! Tanta fue su maldad que Peña Nieto, adelantándose al descontento de toda la sociedad, en el 2013 la “encarcela”, recluyéndola en un hospital, y después “sufre” prisión domiciliaria.

Con Obrador llega un integrante de la misma familia destructora de Gordillo en el SNTE, el profesor Alfonso Cepeda Salas, nombrado sin el concurso de los maestros por supuesto, el nuevo secretario aplaude la reforma educativa de Peña Nieto, y hoy se anuncia como fiel soldado, dispuesto a defender todas las iniciativas educativas de la 4T, a “mejorar” el golpe que la Suprema Corte de Justicia de la Nación da a los maestros por medio de la UMA (unidades de medida y actualización), que rebaja las pensiones de los jubilados y además las mismas ya no recibirán los incrementos de los salarios mínimos, todo lo festeja Cepeda hasta el fin de las plazas automáticas que recibían “antes” los egresados de la normales públicas y rurales.

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