Rodríguez Ramos Fidel.  

En 1821, para resolver un grave dilema, el de seguir siendo esclavos o libres, se tiene que aceptar la posible llegada, otra vez, de un posible familiar del rey español Fernando VII, como nuestros antiguos dominadores no estuvieron de acuerdo, se nombra como emperador a Agustín de Iturbide.

  Hoy en 2018 triunfa Obrador, porque no había otra opción, aún así, siendo honestos, muchos millones de gentes no estuvieron de acuerdo con el morenista, pero afortunadamente el próximo año tendrán la oportunidad de votar para que deje el cargo. Muchos no hemos comprendido el cambio que está realizando, como volver a tener como patrimonio de todo el subsuelo que guarda oro, plata, cobre, uranio, ese territorio, el sesenta por ciento de México, anteriores presidentes lo concesionaron, dieron a compañías extranjeras para gozarlo durante mil años.

    En el 2013 se dieron permisos para tratar de explotar los hidrocarburos, el petróleo, a nacionales y foráneos, y por supuesto los beneficiados revendieron, especularon con los títulos, para obtener ganancias ¿el resultado? Pocos barriles extraídos, y el dedicarse a comprar gasolina en el extranjero para revenderla, transportarla y distribuirla obteniendo altas ganancias. Igual pasa con el gas, el gobierno desea ofertarlo, provocando el enojo de muchos empresarios, el cilindro ya se cotiza a 800 pesos, ¿gracias a qué o porque razón? Nadie había tratado de poner un hasta aquí al huachicoleo y el Peje lo hace.

    Igual pasa con Comisión Federal de Electricidad (CFE), se desea que ese servicio sea controlado por el Estado y no por compañías españolas, japonesas, estadunidenses, el que así vuelva a ser, dependerá del posible apoyo que brinden los representantes del PRI en el Congreso de la Unión y legislaturas locales, a la propuesta presidencial de dar marcha atrás, a lo que fue un atraco en descampado en el 2013, sugerido por Enrique Peña Nieto.

    Obrador ha disgustado a muchos potentados, simuladores, a quienes estaban acostumbrados a enriquecerse desmedidamente, a hacer mal uso de los recursos o dineros del pueblo, por ejemplo, en Michoacán hay un grave boquete en las finanzas, no se puede pagar a los maestros estatales desde hace años sus bonos ¿la razón?, el dinero que venía para ese renglón se destinaba, supuestamente, para pagar el seguro popular.

   El presidente parece enfrentarse a la UNAM, los medios de difusión amarran navajas, pero no nos dicen que el diferendo, el disgusto, fue porque Obrador pide iniciar ya clases presenciales en todas escuelas de educación superior, toda vez que el 60 por ciento de la población ya ha recibido alguna vacuna contra el Covid-19. Lo real es de que no se desea reabrir las escuelas, no solamente en las universidades sino en todos los niveles, hay incongruencia, todos los niños en fiestas, jaripeos; muchos jóvenes vacacionando y o en los antros donde son asesinados impunemente.

   Hasta los científicos del CONACYT están en pugna con la Presidencia, sólo porque ésta dice que a lo mejor hay malos manejos de los recursos, del dinero del pueblo, para usarlo en cosas, investigaciones que benefician a la Volkswagen, por ejemplo; a todos nos dio gusto saber el año pasado que ese Consejo, anuncia la posible fabricación de un respirador para ayudar a los enfermos del Coronavirus, eso, hasta hoy, no se ve materializado.

    Obrador hace días exclama: ¡Llueva o truene, todos a clase presenciales! Eso da cabida a un enfrentamiento, medición de fuerzas entre él y quienes no comparten su visión de las cosas, no obstante, hoy en 30 estados, como se puede, hay clases presenciales. Nadie puede ocultar la creciente violencia, ver como los poderosos siguen enriqueciéndose, sin ser cuestionados o llamados a cuentas como en la caída de un tramo de la línea doce del metro, nadie desconoce los pobres salarios, el deterioro ecológico, la falta de empleo, todo eso debe empezar a resolverse, Obrador sólo ha tratado de dar el primer paso.

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