Aurora López Nambo

Injusto sería que las clases presenciales se suspendieran a causa del Covid-19 en medio de tanta fiesta y acontecimientos, que, de navidad a la fecha se siguen llevando a cabo en todas las regiones del estado.

Este mañana de lunes, el gobernador del estado anuncio de manera oficial que las clases presenciales continúan en las escuelas de Michoacán, y es que el fin de semana circulaba información falsa donde se daba a conocer la suspensión de clases y otras actividades.

Si bien es cierto, en Michoacán a partir del año nuevo en adelante las cifras de contagios por Covid-19 vienen aumentando, sin embargo, se continúa en semáforo verde y la ocupación hospitalaria es menor al 6%; a diferencia con otros estados donde se han disparado los contagios de manera estrepitosa.

Como mencionaba al principio de este artículo, injusto sería parar las clases presenciales cuando las fiestas no paran, vimos multitudinarios eventos, cabalgatas de reyes magos, fiestas patronales, jaripeos a reventar, ferias, bailes, y una tremenda movilidad de turismo nacional.

Y, además, la mayoría de eventos ya sin filtros sanitarios, y sin uso de cubrebocas, mucho menos sana distancia.

En las escuelas la realidad es que, sí se respetan las medidas sanitarias, hay filtro de acceso con toma de temperatura, aplicación de gel antibacterial, todo estudiante porta su cubreboca, lleva su kit desinfectante, se aplica la sana distancia en los salones y el aforo es del 50%.

Desde mi punto de vista, trascendental y urgentes resultan las clases presenciales después de tanto tiempo que fueron detenidas, y que, aunque se dieron de manera virtual, el proceso enseñanza-aprendizaje siempre será más efectivo de forma presencial.

Se vaticina la cuarta ola del covid-19, ya con la presencia de variantes mayormente contagiosas, pero mientras la pandemia lo permita, en hora buena por las clases presenciales.

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