Fidel Rodríguez Ramos

    Éste ocho de marzo, es el Día Internacional de la Mujer, y volvemos a un punto de partida que creíamos ya rebasado, a ellas se les sigue negando el acceso a la justicia, a un reconocimiento, que se han ganado, de sus demandas para que se cumpla la ley en sangrientos hechos donde se les ha arrebatado la vida, se les secuestra, viola, desaparece y las mil veces citadas leyes no se aplican.

   En Michoacán, a pesar de haber un detenido, con supuestas “altas” relaciones políticas, no se ha podido aclarar el asesinato de la maestra Jessica, a más de un año, ahora el supuesto homicida asegura que su honra, persona, su dignidad ha sido manchada. Igual en la región lacustre muchas mujeres han sido privadas de su existencia, y todo queda ahí, muchos hasta nos damos el lujo de seguirlas ofendiendo, después de que parten de éste mundo, comentando: “pues quien sabe en qué andarían”, como si ello fuera un justificante para eliminarlas, muy bueno, para tener en paz a nuestra conciencia. Oh total decimos eso les pasó a ellas, a mí, ni a nadie de mi familia nos ocurrirá algo así.

    Desgraciadamente cuando algo así sucede en tu familia, quedas marcado para siempre, sin saber qué hacer, a quien recurrir, después de tener extraviada a una mujer, dos tres años, lo único que deseas es saber su destino final para no seguir sufriendo cada día. Claro que hay menosprecio hacia las mujeres, no son iguales a los hombres, a ellas desde Baja California a Yucatán les corresponde enfrentar, aclarar todos los ataques injustificados que padecen sus madres, hermanas, hijas o sobrinas. Ellas han localizado cientos de tumbas clandestinas, sin la ayuda de ninguna autoridad.

   Para que hablar de tantas cosas que ocurren a nuestras mujeres, bajos salarios, falta de oportunidades para estudiar, discriminación, condena por algunas acciones que realizan en su desesperación, como enfurecerse contra un sistema, gobierno, medios de difusión que siempre las ha dejado en el olvido. Los hombres ni siquiera hemos sido capaces de respetar su cuerpo, sus ideas o anhelos, no queremos que hablen de aborto, preferencia, identidad sexual, nos quedamos en un atraso de más de cien años.   

   Descubrir su mundo, lo debemos en gran parte a la rusa Clara Zetkin, nos entendimos mucho los hombres con sus ideas que escandalizan en varios países. Lo que ella dice hace cien años son  hoy más que nunca vigentes, actuales. Desenmascara lo que muchas veces se ha impedido que conozca la humanidad, como nuestro cuerpo, emociones, sentimientos.

   El Día Internacional de la Mujer surge para dar a conocer una tragedia que sufren obreras textiles en Nueva York, mueren quemadas por un accidente que sufren en una bodega, herméticamente cerrada que les impide huir del peligro, ese sacrificio no fue en vano se comienza a tomar conciencia sobre su situación, idéntica en todo el planeta, humillante, carente de los más mínimos derechos. De ahí a hoy ha habido más retrocesos que avances, a pesar de que en Sinaloa ocurrió una situación igual a la vivida en Norteamérica, mujeres de una conocida cadena comercial mueren bajo las llamas, no pudieron escapar durante la noche en que atendían asuntos de contabilidad, pues para su “seguridad” los accesos estaban fuertemente resguardados por candados. El hecho hasta hoy, por supuesto, se sigue ocultando, no se quiere agitar las aguas. ¡Ocho de Marzo no es de fiesta es de lucha combativa!.     

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