Fidel Rodríguez Ramos
No es invención, pero en México el único trabajo que se obtiene con sangre, es el de ser maestra, maestro rural, y es en Michoacán, en la población de Tacámbaro donde en 1921 se crea la primera normal rural en el país, desde entonces los poderosos las han deseado exterminar, ellos, los primeros egresados fundaron muchos colegios que los caciques destruían, por eso todavía en algunas comunidades de esa región, era costumbre “velarlas” para evitar ese hecho durante toda una noche.
El odio hacia los maestros tiene que ver en que no solamente enseñaban a leer y escribir, hacer cuentas, dar historia para hacer sentir a todos como miembros de una sola familia mexicana. Además de ello, hacen realidad en muchas partes, lo que solamente estaba escrito como derecho en la Constitución, entregar la tierra a quien la trabajara, así en nuestro Estado se arrancan trescientas mil hectáreas a los latifundistas; a ello sigue la organización de los sindicatos para que los trabajadores accedieran a mejores condiciones laborales.
Esa tradición los estudiantes no la traicionan, apoyan en la creación de colonias populares, se involucran en huelgas, hacen suyas las demandas populares. Apegados a la legalidad, en una ocasión acudieron los normalistas de Tiripetío y nicolaítas a la tierra caliente para hacer efectiva una resolución presidencial favorable a la entrega de tierra a una comunidad, todo lo esperábamos menos que nos recibieran, a pesar de que se nos unieron allá elementos de la policía judicial, con armas de fuego y machetes. Se cumple con la tarea pero más tarde los principales promotores de ese acto de justicia, son asesinados.
El gran movimiento del 68 no se explica sin la participación de las normales, de ahí que Gustavo Díaz Ordaz ordene el cierre de quinces escuelas normales rurales en 1970, pues lo que se hace en Michoacán se replica en todos los Estados. La respuesta oficial es descomunal al grado de que muchos maestros no tienen otra alternativa que involucrarse en movimientos guerrilleros como Arturo Gamiz, Genaro Vázquez y Lucio Cabañas que siendo estudiante de secundaria en Ayotzinapa es nombrado como secretario general de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México creada en 1935, para agrupar a todas las normales.
Ahí están los testimonios desde su origen las rurales han sido agredidas, día con día. En la normal de Aguilera, Durango hay un muro donde está un mapa de la República Mexicana que señalan las escuelas, unas de un color que muestra las desaparecidas y en otro las que han sobrevivido: 17 rurales y una indígena que hay en Cherán. Sus demandas no son cosa de otro mundo, pues actualmente se ha desaparecido el programa de escuelas de tiempo completo en todo el país, donde se ofrece comida, becas y más atención a los alumnos, eso también se pide en las rurales. A las normales, cada año se les asigna 10 millones de pesos para todo el año que manejan los gobiernos estatales, y muchos han dejado de entregarles becas, sólo tienen las del gobierno federal.
El ex secretario de Gobernación Osorio Chong, siendo gobernador de Hidalgo realiza una maniobra perfecta para clausurar la emblemática escuela de El Mexe, años se estuvo pugnando para reabrirla, en una ocasión nos invitaron a participar y era notorio el involucramiento de toda la población de la población de Francisco I madero, con la llegada del nuevo gobierno federal se consigue el triunfo, a medias, ya que hubo la negativa para reabrir el internado y el comedor.
La furia del gobierno de Peña Nieto, del PRI se vuelca en Michoacán a finales del 2012, cuando una caravana de docentes, acompañados por una organización popular de Oaxaca, y choferes del sistema de transporte de pasajeros de la Ciudad de México, llega hasta Rosarito Baja California para impedir una reelección más de la supuesta “profesora” Elba Esther Gordillo Morales que huye con todo su equipo hasta Cancún, Quintana Roo, sin imaginarse que la inconformidad se trasladaría hasta ese lugar. El gobernador priista Fausto Vallejo reacciona tomando, con policías, maquinaria pesada, helicópteros las escuelas de Tiripetío, Arteaga y Cherán, deteniendo a estudiantes; en Morelia invade las instalaciones sindicales aprehendiendo a los dirigentes Jorge Cazares y Juan José Ortega Madrigal.
Hoy el saldo es desfavorable para dichas escuelas, fin de plazas automáticas, intención de cerrar dormitorios y comedores. Agresiones desproporcionadas en Ayotzinapa, donde no hay claridad del paradero de los 43 chamacos, que son desaparecidos en el 2014. Se oculta, como recientemente en la normal de Mactumactzá, Chiapas fueron abusadas sexualmente 71 alumnas por policías. El delito de las normales ha sido estar con las luchas del pueblo. Y eso nunca ha agradado a los que sienten dueños de ´lo que queda de éste golpeado país.