Fidel Rodríguez Ramos

      Desde antes de que se atenuara la pandemia, en el 2021 en el planeta ya se experimentaba un alza de precios en todos los productos de primera necesidad, debido a que se aprovecha un respiro que da el coronavirus, para reactivar las principales industrias, como la automovilística, del transporte, petrolera, electrónica, construcción que se ven con dificultades para obtener materias primas, piezas y personal capacitado que las hicieran funcionar, por ejemplo muchos vuelos se cancelaron por la falta de pilotos que cubrieran a los enfermos navegantes, sujetos a una obligada cuarentena.

   Apenas se iba saliendo de esa situación, cuando para la desgracia de todos se produce la guerra entre Ucrania y Rusia, países que son grandes productores de alimentos, fertilizantes, gas, petróleo, de importantes metales que se usan en todos los campos de la actividad humana, la contienda ha permitido establecer una barrera a todos esos productos que normalmente se enviaban a muchas naciones del mundo.

  Lo anterior ha provocado una enorme alza en todo, día tras día, semana tras semana, aquí en Michoacán nos asombramos por la elevación de precio del limón, en el transporte, en los artículos de papelería y fotocopiado, pero sobre todo en el gas, en la tortilla, en el pan, en la fruta, en las medicinas, en la ropa, hasta en los refrescos, cigarros y la cerveza. Los precios andan por las nubes, y algo importante aquí en nuestro estado se registran los más altos aumentos de precios, que se registran en todo el país.

   La carestía, la inflación seguirá galopando, mínimo hasta mayo, hará más dura la vida para treinta y tres millones de nuestros semejantes que viven en lo que se conoce como extrema pobreza, poca comida, dificultad para comprar lo más indispensable. Para nadie es desconocida la loca carrera entre salarios e inflación. Todas y todos sufrimos en este país, la cosa hubiera de ser peor y no lo es, porque por parte del gobierno federal hay  un subsidio para las gasolinas. Hasta la llamada clase media sufre, pues treinta y ocho por ciento de universitarios de escuelas privadas debieron dejar sus estudios o buscar otra alternativa en las públicas. Peor está la cosa en Perú donde el pueblo irritado por el aumento de precios, desea tumbar al presidente Pedro Castillo, la grave situación ha provocado cuatro muertes.

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