NOHAKAL, CAMPECHE 30 AGOSTO 2021.- En Campeche solo 952 planteles escolares ubicados en comunidades rurales reanudaron los servicios educativos presenciales, la escuela Francisco Sarabia ubicado en la comunidad de Nohakal fue unos de los planteles que inicio sus clases presenciales con poca participación, solo 16 alumnos asistieron. FOTO: MICHAEL BALAM/CUARTOSCURO.COM

(Alicia R. Oseguera)

   Muchas mamás, seguramente en todo el país, se encuentran preocupadas por las serias deficiencias que en los estudios muestran sus hijos, hay en ellos una actitud de desaliento, desmotivación, preocupación porque adivinan el futuro que les espera, el claro fracaso tras haber perdido dos años de clases, eso nadie en el país lo quiere reconocer, hay una irresponsabilidad de las instituciones que apenas en la semana pasada, declararon la obligación de volver todos a las clases presenciales, sin haber analizado previamente la situación tan difícil que vivieron millones de estudiantes de primaria, secundaria y preparatoria quienes muestran hoy la asimilación del cincuenta por ciento del conocimiento en todas las materias ¿qué se propone para recuperar el otro porcentaje?.

   La respuesta todos y todas la imaginamos, no se propondrá nada, y quienes tendrán más problemas son los hijos de las clases humildes, que no pueden darse el lujo de pagar maestros particulares, para recuperar parte de lo perdido, muchas familias en plena pandemia hicieron el gran esfuerzo de pagar clases privadas. Es necesario hacer un alto, no podemos aceptar el que la escuela continúe como si nada haya pasado. No se puede aceptar tanta irresponsabilidad ¿cómo aceptamos que continúen sus estudios, sin haber recibido, mínimamente una pequeña actualización, es lamentable como nuestros hijos han perdido el dominio de la escritura, lectura y no se diga de las llamadas materias duras como biología, matemáticas, química, física?

   De no hacer nada, esos estudiantes no lo reclamarán fuertemente en un breve futuro. Perdimos la oportunidad de empezar a diseñar un nuevo modo de educar, de volver a ganar la confianza entre alumnos, padres de familia y maestros. Y si los estudiantes están desorientados, igual están los profesores quienes simplemente dieron una vuelta a la página para seguir haciendo exactamente lo mismo que se practicaba en el 2019, no se vale jugar con las ilusiones, con la vida de millones de niños, adolescentes y jóvenes, se debe aceptar que nadie desea hacer algo por ellos, es criminal el silencio, la indiferencia de las instituciones, autoridades encargadas del delicado trabajo educativo.

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