Mexico economic downturn with stock exchange market showing stock chart down and in red negative territory. Business and financial money market crisis concept caused by Covid-19 or other catastrophe.

Fidel Rodríguez Ramos

   La violencia, como muchas cosas que necesitan resolverse en este mundo capitalista, agónico, presente en una fase neoliberal repudiada por preferir la ausencia del Estado, sólo se atenderá cuando haya recursos, dinero para hacer posible desde los municipios, la formación de una buena policía, profesional, con buenos salarios, y esto se antoja difícil de ver algún día, cuando perdimos una preciosa fuente de ganancias, como lo era la industria eléctrica.

  Es increíble que quienes consienten tal barbaridad, exijan que el actual gobierno resuelva a la voz de ¡ya!, una infinidad de asuntos relacionados con la educación, con la industria, la agricultura, la ecología, la salud. Desconociendo que existe una pobreza  provocada por las instancias que los han promovido en cargos de gobierno, en el Congreso de la Unión, en el poder judicial desde donde hoy han hecho causa común con los extranjeros que han encontrado aquí un paraíso para enriquecerse, una oportunidad que ni siquiera existe en sus países de origen.

  Lo anterior es solo un elemento que explica nuestra actual miseria, la impotencia que vemos en el gobierno para por ejemplo reactivar la economía, para detener un aumento de precios que apenas comienza para todos. No lo queremos aceptar, pero muy en nuestro interior sabemos que difícilmente se detendrá la creciente muerte de mujeres, el secuestro, la desaparición de gentes en todo México.

  Pero ¿por qué no hay dinero para enfrentar todo lo que nos afecta?, no lo tenemos gracias a que cada año debemos cumplir con las obligaciones de una deuda monstruosa que cada año necesita, por lo menos, quinientos mil millones de pesos, dinero que se da a un mar de bancos extranjeros, la herencia mortal nos las dejan quienes “gobernaron” la nación desde 1980.

  No crecemos porque anualmente, mínimo, debemos dar a bancos nacionales, norteamericanos, españoles treinta mil millones de pesos, por concepto de haberlos salvado de una quiebra, fruto del abuso que realizaron con los confiados ahorradores. Ese regalo es herencia de Ernesto Zedillo, “nuestro” adeudo se cree que se cumplirá hasta el 2070. A bancos nacionales y extranjeros ya les hemos “abonado” un billón de pesos, y sólo nos resta entregarles la misma cantidad.

  Por ser generosos y solidarios con los que a la mala nos quitaron la industria eléctrica, les hemos dado cada año, desde el gobierno de Enrique Peña Nieto, sin querer exagerar, algo así como trescientos mil millones de pesos. Nosotros hacemos posible que tengan altas ganancias la Coca-Cola, la Pepsi, las Sabritas, los OXXOS, las cementeras, las siderúrgicas, el Bimbo gracias a que les cubrimos el costo de la luz en sus negocios, además, increíble,  a ellos mismos les pagamos ya en muchas partes el fluido eléctrico y no a la antigua y en vías de desaparecer Comisión Federal de Electricidad (CFE).

   No se nos dice pero también cada año se destina, y ello lo aprueban “nuestros” diputados y senadores cantidades millonarias a quienes hicieron autopistas por todo el país, a esos brillantes constructores siempre les han salido mal las cuentas, pero no importa porque para eso está nuestra responsable sociedad que se hace cargo de sus errores.

  Esos pesados lastres, son los que definitivamente no nos dejan crecer, y la carga debería ser mayor con la deuda externa, de no haber sido por el actuar presidencial, el de la 4T, que se niega, ante el coraje de los empresarios a solicitar, cada año, también mínimo, treinta y cinco mil millones de dólares para ayudar a los que más tienen, pasando la cuenta, por supuesto, a los amolados que cada vez encuentran más difícil la puerta de salida a su trágica situación. 

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