Fidel Rodríguez Ramos

   Todo muestra que efectivamente así es, bastó con que el señor Joe Biden amenazara con cuidar los intereses de sus ciudadanos en México, para que inmediatamente se hiciera realidad la pérdida de lo que era nuestra industria eléctrica, ante el regocijo del PRI, PAN y PRD, y no nos queda claro cuál es la finalidad de asistir a una cumbre americana, en los próximos días, donde difícilmente encontraremos un alivio a la arbitraria manera en que desde siempre nos ha tratado uno de los mayores imperios del planeta.

  Terminar con la mucha  pobreza, tener la posibilidad para trazar un digno rumbo para empezar a vivir bien, se ve difícil por la sujeción,  sometimiento en que desde 1847 nos tienen los poderosos del norte, no hay misericordia, compasión alguna. A pesar de que desde 1994 les hemos entregado la mayor parte del mercado interno, por medio de un leonino Tratado México Canadá Estados Unidos (TMEC), por ese tratado hemos perdido nuestra soberanía alimentaria, al grado que en 28 años hemos gastado trescientos mil millones de dólares, en la compra de comida.

  El dichoso tratado les ha servido para enfrentar la seria competencia que en el mundo hay en la industria automotriz, establecieron aquí sus ensambladoras de coches para pagar la décima parte de lo que recibían los obreros en Chicago, además de un mar de privilegios ofrecidos por las más altas autoridades de México. Y como para no creer quienes legalmente nos han saqueado con ese convenio, nos han denunciado en tribunales internacionales para que les paguemos por supuestos daños, que les cubramos compensaciones por nuestros incumplimientos o poca seriedad

  Todas sus exigencias se les han cumplido: Somos su barrera frente a los miles de migrantes que vienen desde Centroamérica, los reprimimos. Acudimos a esas naciones del sur para promover proyectos de reforestación, para que no piensen en trasladarse de sus lugares de origen, donde son víctimas de la violencia y la miseria. Votamos en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para condenar la intromisión de Rusia en Ucrania, desconociendo que detrás de esa tragedia, que puede convertirse en una batalla mundial, se encuentra la mano tenebrosa del gobierno yanqui , a quien no le importa, que en su nombre, mueran cada día niños, mujeres y ancianos. Hoy Ucrania es la antesala de lo que posiblemente suceda en Taiwan, pues EUA la está usando para declarar la guerra a China, legítima propietaria de esa isla.    No nos equivoquemos, ventajosamente el gobierno de Biden, está promoviendo una junta cumbre de América para lavarse la cara, a causa de su participación en Ucrania, no ahora sino desde el 2014, cuando eficaz, violentamente se promueve  un gobierno afín al deseo de estar por encima de Rusia y China, potencias poderosas en el campo militar, comercial al grado de que la desbocada ruta de aumentos en comida, gasolina, fertilizante, gas de hoy en todo el planeta se debe a la situación que se vive en esas dos naciones, por ejemplo miles de barcos chinos se encuentran parados por el rebrote que se ha registrado en diversas regiones chinas.

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