Fidel Rodríguez Ramos

   Bajo la dirección de los Estados Unidos de América, en la ciudad de Los Ángeles se realizará una vez más la llamada Cumbre de las Américas, del seis al once de junio, donde no se desea la asistencia de Cuba, Nicaragua y Venezuela, por la sencilla razón de que no son del agrado del gobierno convocante de Joe Biden, pues los considera como un verdadero peligro para la sociedad americana, son algo así como un eje del mal, un peligroso ejemplo para la democracia que según ellos se vive en el continente.

    Quien se ha opuesto a esa exclusión es el gobierno de México, pues asegura que de seguir esa propuesta de Biden, que es una verdadera intromisión en los asuntos internos de esos países, nuestra nación no acudirá a esa reunión, donde difícilmente se podrán exponer toda una serie de quejas contra una de las mayores potencias del planeta, acostumbrada a hacer su voluntad en los cinco continentes. Hoy con esa Cumbre la administración de Biden desea oxígeno, tener fuerte presencia en el escenario mundial, toda vez que poco a poco se va conociendo su actual papel en el conflicto de Rusia y Ucrania, usando a ésta última nación para asegurar una presencia militar de Occidente frente al poderío ruso que pacientemente  espera asestar el golpe final sobre Ucrania.

   De los Estados Unidos de América no podemos esperar nada, pues se ha erigido en un juez que desea decidir, arbitrariamente, sobre la suerte de todas las naciones latinoamericanas, sin importarle las consecuencias que pudieran generar sus peligrosas intervenciones, el último golpe contra la soberanía de Venezuela lo realiza Donald Trump, quien da su permiso para que un grupo de mercenarios invada ese país, con la idea de secuestrar a su presidente Nicolás Maduro, llevarlo al norte y enjuiciarlo. Al fracasar la misión, detiene, secuestra, en el Caribe, en plena pandemia del Covid 19 a un barco petrolero de Irán que deseaba llevar hidrocarburos a esa nación.

    Biden aprovechara la cita de los países en Los Ángeles, para mandar un mensaje a China quien  ha anunciado el derecho que tiene para volver a tener control sobre la isla de Taiwan, un espacio que pertenece a los chinos, y esto sencillamente no lo tolerará el imperio americano, quien ya se encuentra asesorando a los militares taiwanenses, de haber una confrontación nadie de los asistentes a la Cumbre podrá manejar su alejamiento de un nuevo conflicto en Asia; México, presionado, debió condenar la intromisión rusa en Ucrania.

    Estados Unidos en los momentos decisivos para una verdadera unión americana, ha negado su participación, así en 1982 justifica la intervención de Inglaterra en Las Malvinas, para recuperarlas, después de que combatientes argentinos las habían ocupado por ser un espacio legítimo de ellos, el gobierno americano, contra todo pronóstico, ¡se pone al lado de los ingleses!., quienes masacran a jóvenes militantes. El deseo de Nicaragüa, de Venezuela, de Cuba para libremente decidir su destino fue sofocado por los americanos. Hoy cuando México desea recuperar su industria eléctrica, Joe Biden se une con el presidente “socialista” de España Pedro Sánchez para impedirlo, con éste hecho arbitrario, INTERVENCIONISTA, que lesiona nuestra SOBERANÍA ¿qué autoridad moral tienen los EUA para llamar a un supuesto diálogo, encuentro de los pueblos de América?.

Compartir: