Alicia R. Oseguera

   Por lo menos, hoy se sabe cuánto más o menos ganan quienes aseguran ser eficaces servidores de una sociedad que los tiene en muy poca estima, al grado de que se considera que la alta burocracia llega a ocupar altos puestos, con el ánimo de hacer una buena fortuna, ingenuamente se llegó a proponer que esa élite dorada no debería ganar más que el Presidente 136 mil pesos mensuales, hoy absurdamente otros funcionarios doblan ese salario.

   En Janitzio quien se emplea sacando lirio, obtiene diariamente 150 pesos. Muchos trabajadores ganan un poco más de cien pesos; otros más afortunados doscientos pesos, difícilmente con lo que se gana, es posible atender todas las necesidades familiares, quizás mensualmente se obtenga un poco más de seis mil pesos. Hay grandes disparidades, por ejemplo alguien que labore en un crucero carretero, haciendo malabares con suerte obtiene al día 500 pesos. Un médico especialista  empleado en el IMSS o ISSSTE obtiene cincuenta mil pesos, el pago no es justo, tomando en cuenta la altísima preparación, sacrificios que antes debió haber tenido.

   Todos observamos, sabemos de la real función de nuestra alta burocracia, de sus fallas y aciertos, de sus prerrogativas, lujos, comodidades, por ejemplo para los senadores, diputados federales hay autos, asesores, peluquería, comedor, boletos de avión, bonos de gasolina, dinero para atender necesidades,  obras para sus representados; atención médica, viajes al extranjero y un largo etc.. tienen tantos recursos que no se los alcanzan a terminar regularmente, por ello los “guardan” y al final de año se los reparten.

    Así, mensualmente los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), reciben 284 mil pesos. El presidente consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, 240 mil, recordado porque hizo hasta lo imposible para tronar la revocación de mandato presidencial, poniendo la mitad de casillas que se instalan regularmente para elecciones federales.

  La Presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) gana lo mismo que el Presidente. La Presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman, 128 mil. Los senadores perciben 125 mil pesos, mientras en la Cámara de Diputados, el presidente de la Junta de Coordinación Política gana 97 mil 900 pesos al mes y el resto de los legisladores 96 mil 900.

   Los raquíticos salarios, inconstitucionales, que obtienen hombres y mujeres en su mayoría de la región lacustre de Michoacán, no garantizan absolutamente nada ¿con estos reducidos emolumentos, jornales que garantizan una pobre comida, que educación  “profesional” puede obtenerse?. Qué eficacia, defensa, protección en el trabajo de campo se obtiene “desayunando” un refresco negro y un gansito. Calamidad es cuando llueve, cuando hay bloqueos,  los comerciantes  en ese día simplemente no  ganan nada. Las jornadas de muchos jóvenes, muchachas empleadas en el sector servicios son extenuantes, con rotación de horarios, con pocas o nulas prestaciones. ¿A esto puede llamársele justicia salarial?  

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