Fidel Rodríguez Ramos

    César Duarte exgobernador chihuahuense en el período 2010-2016, al terminar su administración se refugia en los Estados Unidos de América, donde es detenido en julio del 2020, gracias a una juez de ese estado, que libra una orden de aprehensión contra él por peculado (agarra lo que se le confía) y asociación delictuosa, por ello es deportado en junio de éste año, en prisión debe responder a diversas acusaciones, como un desfalco en las arcas estatales por mil doscientos millones de pesos.

   Además hay una carpeta de investigación en su contra por el desvío de 96 millones de pesos hacia sus empresas Unión Ganadera Regional División del Norte de Chihuahua y Financiera División del Norte. Duarte fue un importante soporte del expresidente Enrique Peña Nieto, le ayuda a sacar sus reformas educativa, energética, quizás porque surgieron del mismo partido tricolor.

   Admirable fue su capacidad para darse tiempo atendiendo la dirección de Chihuahua; sus empresas, negocios particulares que supuestamente le generaron enormes ganancias, un hombre fuera de serie, ¿un genio para administrar cada segundo de su existencia?, ¿no dormía?, ¿tenía excelentes asesores?, cuál era su secreto para tener lo siguiente: Doce propiedades a su nombre en California, Texas y Florida. Mil quinientas piezas de ganado (a qué horas las cuidaba, ordeñaba).

   Afortunado en el día de su cumpleaños, acude a su rancho de El Saucito, el célebre cantante Juan Gabriel a cantarle Las Mañanitas. Ese rancho está asegurado desde el 2017. En un lugar especial se encuentra un sillón blanco con el escudo de El Vaticano que usó el Papa Francisco en su visita a México en 2016.

   A  ese tipo de gente ya se les extraña ¡hacían tanto por los mexicanos y extranjeros!. Ellos sí sabían hacer muchas cosas, como volverse millonarios en poco tiempo, gracias al difícil arte de gobernar. Como no extrañar al veracruzano Javier Duarte, quien sufre hoy por estar en prisión, por no tener a su conyugue al lado, pues ésta goza de una vida de lujo, gracias a una pensión que recibe regularmente en Londres. El jarocho cobra celebridad por permitir que a los niños enfermos de cáncer se les inyecte agua. Igual Javier Duarte apoya a Peña Nieto, le hace fabulosos regalos, como un auto de colección.

   Se quiere que  regrese quien estuvo al frente de Comisión Federal de Electricidad (CFE), y desempeñarse como secretario general del Tricolor en tiempos de Peña Nieto, ese “servidor” al momento de retirarse de sus fatigosos trabajos es acreedor a quinientos permisos de taxis, para no llevar una vida con limitaciones o preocupaciones, a raíz del actual aumento del huevo y la naranja, que nos tienen a todos con los pelos parados de espanto, una inflación que quien sabe cuando termine. Se les extraña y no será raro que por eso triunfen el próximo año en el Estado de México, que vuelvan, merecidamente en el 2024, a recuperar el sitio que ocupa la persona que tanto odian, que lo consideran una nulidad, una tragedia y un, todavía, peligro para México. 

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