Fidel Rodríguez Ramos

   El pasado 26 de septiembre se cumplieron n ocho años de la desaparición de cuarenta y tres  muchachos, esperanzados en culminar una carrera de maestros, una de las más humildes, a la que solo pueden aspirar los que son dueños de nada material, en vano sus hermanos, papás los han esperado en el quicio de la puerta, en la barda de piedra o de alambres y secos palos, envueltos en yerbas secas cubiertas de espinos.

  Sus compañeros de la escuela normal rural de Ayotzinapa, Guerrero los han buscado desde hace dos mil novecientos dieciséis días, sin éxito alguno, han recorrido infinidad de pueblos, comunidades, rancherías. Han realizado cientos de marchas en muchas ciudades, exigiendo justicia, una respuesta que hasta hoy no ha llegado. Cientos de reuniones, con quienes aseguran ser autoridades de gobierno, se han tenido, y siempre han escuchado evasivas, respuestas a medias, promesas de que muy pronto tendrán noticias buenas.

  Para nosotros han pasado ocho años, muchos días en vano, pero para los papás de los soñadores ha sido un solo día, un día inmenso que no ha terminado, el tiempo para ellos se ha detenido, algunos padres de los 43 han muerto sin tener el gusto de conocer un obligado desenlace, fuera cual sea, ni eso pudieron llevarse en su largo viaje.

   Ha existido desde el 2014 un responsable, muchos de esa tragedia, pero desde siempre hemos sabido que son intocables, que jamás responderán por sus actos, son los que se han refugiado detrás de esa muralla que se conoce como ESTADO, ese organismo infame donde los dueños de todo, usan la división del poder para mentir, engañar, para poder mandar eliminar a quienes osen cuestionar su poderío, quienes lo hacen son los adolescentes, los jóvenes que desde siempre han tenido la dicha de saber cómo es realmente este país.

   Increíblemente cuando llegamos a este triste aniversario, nos damos cuenta de que todo ese suceso que fue llorado en muchas partes del planeta, se encuentra peor. El poder judicial, los jueces han liberado de la cárcel a los supuestos responsables, las pruebas que hay contra ellos, como las grabaciones que se mandan desde los Estados Unidos que dan fe de la forma en que sucedió una parte de los hechos, simplemente la han desechado, asegurando que “no proceden”. El responsable supremo de todo lo que había en el 2014 se encuentra feliz en España, disfrutando de lo ganado con el sudor de su frente en la Presidencia. Otro responsable de la seguridad máxima en ese mismo año, desenfadado, goza de la hospitalidad de Israel, ahí se ha escondido, como niño, aplaudiendo las acciones sangrientas que esa nación realiza contra la patria Palestina.

   En este aniversario debemos decir al actual gobierno que no solamente han sido lastimados 43 normalistas, 43 familias, sino millones de mexicanos que hasta hoy no sabemos lo que es la justicia. Y para más cinismo nos aseguran que tenemos DERECHOS, una comisión nacional de los mismos en su propaganda dice: “Defendemos al Pueblo”.  Pobre  México, la historia de agresión contra los que tienen dignidad, principios, vergüenza no ha terminado, los cobardes no quieren decir su verdad, prefieren morir con ella. ¡Basta de jugar con todos los hombres y mujeres de buena voluntad!. ¡Porque vivos se los llevaron vivos los queremos!.

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