Fidel Rodríguez Ramos

    Una mujer chiapaneca, durante 23 años mantuvo sometidos a un millón de trabajador@s de la educación, su nombre Elba Esther Gordillo Morales, quien nunca pudo poner un pie en alguna de las escuelas normales rurales del país, se forma al vapor en los llamados cursos de capacitación del magisterio los fines de semana o durante las vacaciones, ello no fue impedimento para que lograra meterse al  PRI para que poco a poco escalara los peldaños que la llevarían a ser la secretaría general de ese organismo, el logro se debe gracias a que se apoya en uno de los sindicatos más grandes de Latinoamérica, el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), donde logra ser la máxima dirigente, desde 1989 hasta el 2012 se hacía en el mismo lo que doña Elba Esther decidiera, apoyar candidatos, organizar grupos de choque para agredir a docentes inconformes, a quienes exigían la necesidad de implementar la democracia desde las escuelas.

  Varios expresidentes recurrieron a su ayuda, para llegar al poder, para que realizara grandes movilizaciones usando a maestros, niños de primaria que asistían a recibir a los candidatos priistas, gracias a ese servicio el PRI logra ganar presidencias municipales, gubernaturas, diputaciones o senadurías. Su ayuda es recompensada generosamente, pues la señora Gordillo imponía secretarios de educación en todos los estados, vendía plazas magisteriales, toleraba que sus favoritos beneficiaran a quienes quisieran, sin que la falta de preparación fuera impedimento para que sus recomendados ganaran fabulosos sueldos, sin la necesidad de pararse en alguna escuela.

   Lo más criticable, en todo su reinado, se consentía que muchas mujeres lograran cambios, ascensos, más salarios a cambio de favores sexuales. Eso lo consiente Carlos Salinas de Gortari, y en una máxima extensión Felipe Calderón Hinojosa quien a pesar de ser panista, le pide a la priista Gordillo ayuda para ganar a Obrador. Gordillo acepta todas las sugerencias internacionales para destruir el sistema educativo, la educación popular, consiente la agresión a las escuelas normales, acepta que a todos los maestros se les evaluara para ver si eran aptos para estar dando clases, estuvo completamente de acuerdo con la reforma educativa de Enrique Peña Nieto.

  Feliz la pseudo maestra maneja, sin rendir cuentas a nadie, más de cincuenta mil millones de pesos que se les quitaban por concepto de cuotas sindicales, proyectos, jubilaciones, retiros, vivienda, profesionalización a los humildes maestros. Con esos recursos compra propiedades en París, Estados Unidos, Ciudad de México y Morelos, la pobre maestra gustaba moverse siempre en helicópteros o jets privados. Cada año gustaba regalar a los secretarios generales de los estados relojes Rolex y a sus esposas centenarios. Intolerante, manda asesinar  al maestro Misael Núñez Acosta; hoy uno de su vieja pandilla en el SNTE, el “maestro” que quizás nunca haya agarrado un gis, continúa mangoneando al gremio educativo, Alfonso Cepeda Salas. Tanto mal realiza la falsa maestra que Peña Nieto llega al extremo de encerrarla cómodamente varios años, con el fin de aplacar su torbellino de diabluras. Mucho de lo anterior no se sabe, y por eso la gente se pregunta el por qué la educación en México está para el arrastre, amolada, inservible.  

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