Fidel Rodríguez Ramos

   Desde hace tiempo, en este espacio, comentábamos que un serio peligro, para repetir en el gobierno en el 2024 sería la división, y hoy en las filas de Morena el hecho se hace presente con el actuar de Ricardo Monreal quien ha apostado, políticamente, a tratar de conciliar todos los intereses, ello es difícil dado que una minoría, desde hace treinta años, ha buscado la manera de apropiarse de toda una riqueza, que legal, constitucionalmente pertenecía a una inmensa mayoría, que fuera sorprendida, al cambiar ya 700 veces la Constitución de 1917.

   Esa minoría, rechaza por ejemplo la propuesta de brindar el servicio de energía eléctrica a 50 millones de mexicanos, como sabemos eso era imposible de imaginar en 1990, porque tal actividad era monopolio del Estado, una actividad que le generaba muchos recursos económicos para brindar educación, salud. Este escenario es prohibido en los Estados Unidos de América, porque consideran dicho renglón como algo estratégico, que les asegura una independencia económica. Hoy en México eso no se observa, porque la Carta Magna ha sido cambiada no sólo para beneficio de empresarios locales, sino también de sus pares de EUA, España, Italia, Japón, China, Inglaterra.

   No es tanto el odio contra la actual administración, nacida en el 2018, sino la lamentación de no seguir ya enriqueciéndose de una manera inimaginable, a costillas de un pobre tesoro nacional. A pesar de ello, esa minoría tiene un valioso apoyo, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que amparó a las compañías extranjeras, cuando se trató de poner un límite a sus desbocadas ambiciones. Esa misma Corte hoy establece que no es delito el daño que se hace a la nación, a través, por medio de la evasión del pago de impuestos, obligaciones presentando notas, facturas, declaraciones falsas, por montos que se asegura rebasan un billón de pesos (un millón de millones de pesos), eso lo hacen quienes tienen bancos, empresas, negocios comerciales, mineros.

   Lo anterior dificultará el nuevo acceso al gobierno federal de los morenistas, a pesar de que más de veinte millones de mexicanos reciben alguna ayuda de la administración obradorista, dicho estímulo se perderá si recuperan el régimen los panistas, priistas y perredistas, pues inmediatamente cambiaran el libro máximo de leyes. Ellos hasta hoy le han sacado un máximo jugo, a la alternativa que descubrieran los enemigos de los pueblos en América del Sur, controlando, a pesar de perder elecciones presidenciales a los poderes legislativo y judicial, pues por medio de los mismos han tumbado gobiernos en Bolivia, Honduras y hoy lo pretenden en Perú donde gobierna un maestro; llevado a la cárcel a los mismos presidentes, como sucede con Ignacio Lula da Silva  en Brasil.

   Hoy no se puede castigar a los delincuentes, tener nuevas leyes que beneficien a todos los mexican@s por la seria oposición que hay en los jueces, diputados, senadores contra Morena. Repetir la victoria del 2018 será difícil por la falta de acompañamiento de los maestros, indígenas, universitarios, obreros, de quienes sufren la violencia, los desempleados con Obrador, de los movimientos populares, y a él no le compete la tarea sino al mismo partido Morena, a quienes no tuvimos la decisión de aprovechar un momento único para iniciar una seria transformación que nos beneficiara a todas y todos. Obrador lo dijo: Morena es poco partido para un inmenso pueblo. Hoy se debe decir, no sólo la clase media lleva al triunfo a Obrador, sino una multitud empobrecida que diariamente debe conseguir su sustento en difíciles condiciones, ella será pieza clave en 2024.    

foto: The New York Times

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