Fidel Rodríguez Ramos

  El pasado domingo 27 de febrero, salieron a las calles, al emblemático Zócalo de la Ciudad de México, quizás más de quinientas mil personas. Decenas, cientos desfilaron en 22 entidades del país, como Michoacán y, no les quedaba de otra, ante el fuerte golpe que representa para quienes organizan la protesta, la condena que sufre uno de los suyos, el señor Genaro García Luna en los Estados Unidos de América, no salir significaba dejar en el abandono a Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa, que según se dice, anda por Indonesia, no marchar significaba aceptar, lo que todos sabemos, el involucramiento de los expresidentes en la actividad del narcotráfico.

  El empresario Claudio X Gonzáles Guajardo echa toda la carne al asador y, sus amigos, simpatizantes de la clase media no le fallaron. La bandera que les sigue dando cancha es la supuesta defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), pero la falsedad de la misma, a los pocos instantes se muestra a todo el país, una persona ante las cámaras que cubrían los inicios de la inconformidad, muestra un letrero con la leyenda: “Lárgate ya Obrador”.

   Ante la falta de argumentos los empresarios, la clase media, los destacados informadores de noticias, los dueños de la radio, televisión, quienes tienen presencia en internet desde el primer día del gobierno obradorista, empezaron a propagar una infinidad de mentiras, asegurando que todo el periodo de la nueva administración sería para fomentar la corrupción, el robo, la destrucción de las instituciones, el aniquilamiento final del país a causa de la presencia de un dictador en Palacio Nacional.

   La mentiras han ido subiendo de tono, al grado de que el periodista Héctor Aguilar Camín, la representante popular (que postulara Obrador) Lily Téllez aseguran (y ojala no lo demostraran) que la actuación violenta de los carteles del narco, es permitida, fomentada por el mismísimo Presidente. Quienes sufrieron la derrota electoral, democrática en el 2018, han intentado todo, se han ido a quejar al Vaticano, a los Estados Unidos, a Europa donde declararon que los mexicanos no somos aptos, no estaba en nuestro ADN (herencia) el gusto por la democracia. Fueron a la Organización de los Estados Americanos (OEA). Lograron que los dos principales partidos políticos norteamericanos, los representantes populares de Europa se hayan pronunciado, condenando el supuesto actuar dictatorial, abusivo de AMLO.

   Curiosamente ese discurso prende en la llamada clase media, quienes lo fomentan, y no creemos que sean ingenuos, lo hacen para provocar una división, choque social. Pues aseguran que hoy el país está al borde de la ruina a causa del principio que defiende el presidente. “Primero los pobres”. Los ricos, los empresarios que deseaban seguir haciendo lo mismo que hicieron con los expresidentes, como usar a su antojo el presupuesto anual, no pudieron seguir haciéndolo, a pesar de que tenían el apoyo de los partidos políticos, de muchos gobernadores, senadores, diputados, presidentes municipales.

    Los privilegiados se pronuncian, y no lo hacen con Fox y Calderón, por la presencia del ejército en las calles, cuidándose de ocultar que su coraje es porque a los militares se les confía, y no a ellos, la construcción de un aeropuerto, del tren maya y de la refinería Olmeca. Esperábamos que marcharan millones, para que nos demostraran que la sociedad, los amolados estaban con quienes invitaron (como Marko Cortés máxima autoridad del PAN a quien, se dice, le gritaron ¡Presidente! ¡Presidente!), solamente, a participar a la clase media, la gente del domingo mostraba ropa de marca y, a su lado, por supuesto, ningún campesino, albañil, comerciante, ama de casa con su delantal, el vendedor de churros, los obreros

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