Fidel Rodríguez Ramos

    Durante el tiempo de elecciones, se entregan grandes cantidades de dinero a los partidos políticos, con la finalidad de que ellos promuevan durante sus campañas una necesaria participación ciudadana, urgente para fortalecer, hacer más grande la democracia, se les sugiere que den a conocer sus propuestas, fines, ideas encaminadas a atender, solucionar los grandes problemas estatales o nacionales.

  Ello hoy no se ve o conoce, pues por ejemplo los institutos del PAN, PRI, PRD en las entidades de Coahuila y Estado de México, donde se definirá próximamente a los sucesores de los gobernadores que surgieron en el 2017, desde las filas del PAN y PRI respectivamente,  han preferido caer en la comodidad, en la facilidad de no hacer reales campañas, sino en declarar como candidatos de la oposición que son víctimas de un gobierno federal autoritario, opresor que ha impedido salir de una situación económica lamentable, donde reina la persecución hacia el INE  y violencia.

  Tales partidos confían en que su actuar comodino les habrá de redituar nuevamente el triunfo que lograran hace seis años, no se ve ningún ánimo, espontánea participación de las militantes o simpatizantes que sólo se vieron en el arranque de campaña de los panistas, priistas y morenistas, se apuesta por “el más vale malo por conocido, que bueno por conocer” ¿cómo puede motivar a la gente el decir de la oposición derechista “nosotros sí gastaremos la suela de los zapatos”. “Formaremos escuadrones de combate”?. Creen en la desilusión de la gente que esperaba más del actuar presidencial.

  Mucho de lo anterior también se está manejando en el proceso con miras al 2024, el matrimonio panista, perredista y priista apuesta más promover un temor que desean se agrande entre la población, ante su falta de un proyecto o idea de gobierno nacional, asegurando que Morena actuará suciamente para volver a ganar la Presidencia de la República, destrozando, arrinconando al INE.

  Seguramente en Coahuila y Estado de México, seguirá la fidelidad hacia el PAN y PRI; se considera que Morena volverá a ganar el máximo cargo ejecutivo en el 2024, quedando en desventaja, minimizado en el Congreso de la Unión donde seguirá predominando la oposición, bloqueando todas las propuestas o reformas presidenciales como hoy sucede. Esto último sucederá por la división que ya se conoce entre los morenistas, preocupados por apoyar a los cinco candidatos que desean ganar una encuesta, dejando fuera de su atención, los problemas que padece la población en cada comunidad, barrio, ciudad, entidad del país.

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