Fidel Rodríguez Ramos

      En México una enorme mayoría de familias, por lo menos tiene un hermano, papá, mamá en los Estados Unidos de América, antes emigraban porque era algo tradicional, parte de nuestra cultura o forma de ser, no se dejaba la patria chica por las situaciones que hoy se viven ya en muchas partes del planeta, millones de compatriotas se encuentran allá trabajando muy duro, después de pasar por penosas situaciones, como dormir en las azoteas, garajes o muchas veces, en un principio lo debieron hacer en cuevas o árboles.

  Muchos michoacanos murieron en ese intento por cruzar la frontera, otros debieron vivir ya en Los Ángeles o en muchas ciudades, amontonados en un estrecho departamento, con el temor de ser agarrados por la migra. Gracias a ellos la economía mexicana ha sobrevivido, sino fuera por los migrantes ya hubieran  desaparecido muchas comunidades o pueblos, o serían poblaciones fantasmas.

  Ahora ya no son los mexicanos los que desean estar allá, sino miles de personas de otros países, la situación es tremendamente difícil, al grado de que el presidente Biden propone que los detengamos en la frontera del sur, ofreciéndoles la oportunidad de que en sus lugares de origen se dediquen a plantar árboles, eso se veía bien pero fue insuficiente, a nadie convenció, fue nada el recurso, el dinero que se destina para ese programa. Hay la esperanza, criticada hoy fuertemente, de que todo ese sur mexicano promueva un desarrollo en todos los órdenes, con un paso ferroviario que una al Atlántico con el Pacífico, desde Veracruz hasta Oaxaca, donde se instalaría en ese largo corredor de parques industriales.

  A lo anterior se uniría la refinería Olmeca, el Tren Maya a eso se apuesta para crear alternativas que permitan dar trabajo, mejores condiciones a millones de gentes no sólo de México sino de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Belice. Por lo menos hay esa idea, que el tiempo probara su eficacia o fracaso, por lo menos su servidor apuesta por lo primero.

  La dramática, vergonzosa situación que  viven millones de migrantes de varios países, se conoce ya en muchas partes del planeta, muchos ucranianos fueron recibidos en EUA, huyendo de una guerra contra Rusia, promovida por los peores intereses, que ni siquiera la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha podido por lo menos atenuar, ellos hicieron una antesala en la Ciudad de México y en Tijuana recibiendo ayuda nuestra. Horrible ha sido el transitar de gentes de Siria que también por una guerra dejaron todo. Italia ha realizado intensos trabajos para salvar en el mar a cientos, miles de migrantes que muchas veces perecen ahogados, la foto de un niño arrojado a una playa europea recorrió el mundo entero.

  Se desea acabar con este milagro del Universo, con esta Tierra, con gran parte de la humanidad y lo peor existe el recurso, el remedio para impedirlo. En América del Sur está presente en las Guyanas, acaban de descubrirse grandes yacimientos de petróleo; había oportunidad de desarrollo frente a Argentina, en las Islas Malvinas invadidas por Inglaterra al saber de grandes yacimientos de hidrocarburos. Por Uruguay, Paraguay hay un gran, valioso depósito de agua que comparte con Brasil, a ese tesoro invaluable se une la selva del Amazonas.

  La humanidad puede resolver el absurdo que vivimos, usando por ejemplo, un solo año, lo que se gasta en material para matar a la gente en todo el mundo ¿Qué no se hubiera hecho, que progreso no se hubiera registrado en el 2022 de haber usado los 2 mil 113 billones de dólares gastados en tanques, municiones, portaviones, submarinos nucleares, misiles, jets supersónicos, en algo más humanitario como resolver el hambre, miseria, violencia que se padece ya en muchas partes del orbe?.

Compartir: