Fidel Rodríguez Ramos    

Desde hace meses, hay un ánimo adelantado, para las elecciones presidenciales, en éste Michoacán que no registra algo de aquella política participativa, de hace veinte años donde los maestros, indígenas, comuneros, campesinos, obreros luchaban por sus derechos, el ánimo corre hoy a cuenta de unos poquitos que esperan hacer roncha, tener presencia haciendo campaña para algunos o algunas personalidades que tienen una alta presencia en la capital de la República, en el país, gracias a que son parte del gabinete presidencial y, o que destacan en el Congreso de la Unión o Cámara de Senadores.

  Al pueblo michoacano se le tiene en el olvido, es víctima de una violencia desbordada, todos observamos el paso de miles de personas de diversas naciones deseando ingresar a los Estados Unidos de América, creemos que sólo son venezolanos, cubanos, haitianos y no solamente son ellos, pues se asegura que 3000 mil habitantes de ésta entidad purhépecha han abandonado sus lugares de origen, buscando también asilo en la Unión Americana. Cuando escribimos éstas líneas ya era noticia nacional el asesinato de un sacerdote en Huandacareo. Meses llevan ya de desaparecidos un maestro y un asesor de comunidades, allá en Aquila, en los límites con Colima, sin que hasta el momento se sepa nada de ellos.

  Es una pena que ningún partido político, ni el Congreso Local donde se asegura despachan los representantes del pueblo han dicho esta boca es mía, para pronunciarse sobre esa violencia que se ha desatado contra todos, donde no se respeta condición económica, edad, profesión, sexo. Nuestros políticos andan en lo suyo, en no hacer absolutamente nada por los problemas de sus semejantes, mucho menos en intentar motivar a la ciudadanía para que conozcan sus derechos, para que se organicen y, o por lo menos para saber sus problemas. No sabemos realmente que hagan esas instancias, personajes que cada año reciben buenos salarios. La sociedad está en el abandono. Para ella no hay ningún programa de desarrollo verdadero, ni en el campo ni en la industria. ¿Dónde están los frutos de aquella reciente campaña que se hace en China, para promover el progreso en Michoacán?.  El absurdo hasta allá se llevan corundas, charales, charanda.

  Quizás, se siga a aquel dicho de que “la mejor política es la que no se hace”, no se desea la participación que es muy necesaria en Michoacán, para poder atender la devastación ecológica, el desempleo, la falta de oportunidades para estudiar en el nivel superior, carreras que en verdad son importantes como medicina, veterinaria, odontología, ingeniería forestal, piscicultura, geología.

  Se dice que Michoacán, y a lo mejor todo el país, es una especie de laboratorio político, por aquello que hay una verdadera ausencia de participación, todos los que se dicen ser autores de la disminuida política, nomás esperan ver para donde gana la corriente,  después de las diversas elecciones todo vuelve a quedar en una calma, ese clima se transforma, cambia dramáticamente al cuarto para las doce, cuando llega otro proceso electoral, donde sin mucha información, a ciegas, se corre a depositar un voto que muchas veces es comprado, otorgado gracias a una promesa o dadiva. Eso sí, Morena hoy no la tiene asegurada, mucho menos la llamada oposición que han renunciado a su identidad, origen o principios.

 

 

Compartir: