Fidel Rodríguez Ramos

   Desde hace ciento cincuenta años, se sabe que en México es posible enriquecerse, aún sin tener dinero, sólo basta tener una buena relación con las gentes del gobierno, eso provoca asombro en el planeta, pronto miles de extranjeros vienen a comprobar la certeza de esa idea.

  Ello era cierto, pronto lo saben nacionales y fuereños de otros países. Las máximas autoridades realizaban el mejor de sus esfuerzos para ver la manera de favorecer, enriquecer a unos cuantos, sin importar que millones de mexicanos no pudieran salir de la miseria. Por ejemplo los norteamericanos exigieron en 1853 que se les vendiera, a un ridículo precio (nunca se ha aclarado si en dólares o pesos mexicanos), un territorio situado en el norte para llegar fácilmente al Océano Pacífico y, por si fuera poco amenazaron con invadirnos, como lo hicieron en 1846, en el caso de negarnos, ese espacio se conocía como La Mesilla, nunca nos entregaron la cantidad completa de dinero comprometida para el sucio negocio, en esa área fácilmente cabría hoy Michoacán, el mexicano que al final se entiende con los yanquis se lleva de comisión 60 mil dólares.

  Los presidentes no podían a veces conciliar el sueño, por buscar el modo para enriquecer a sus favoritos o extranjeros, uno de esos mandatarios fue Ernesto Zedillo, brinca de gusto al hallar una nueva fórmula. Se reúne con un afortunado grupito y les comenta en 1997: “Para ustedes hay mucho dinero, ni se imaginan lo que les vamos a entregar, toda la lana de los maestros, de los trabajadores, burócratas, comerciantes.  Bueno –alguien comenta- ¿pero de dónde saldrá esa fortuna?, que hay para nosotros. Fácil, dice Zedillo, ahora ustedes manejaran el dinero que los trabajadores dan para tener jubilaciones o pensiones, bajo una figura que se llamará Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore), aquí, a la de a fuerzas todos los trabajadores le entrarán.

  Amigos banqueros –exclama Zedillo-, pónganse en fila para entregarles su Afore, amigos empresarios también para ustedes hay. Hasta para la representante de los profes tenemos, no vaya a ser que se nos disguste y se llamará Pensión ISSSTE, comuníquenme con Elba Esther Gordillo Morales. Alguien dice: “Pero muchos no tenemos experiencia en el manejo de fondos”. ¡Bah! No tengan miedo, manejaran en los negocios que quieran ese dineral, si fracasan no habrá ninguna responsabilidad para ustedes. ¡Pe e ero! si triunfan, las ganancias serán para ustedes ¿cómo la ven?. De lujo Zedillito dicen los afortunados.

  Claro, muchos al no tener experiencia pierden miles de millones de pesos, perjudicando a quienes inocentemente les confiaban su dinero. Para ocultar ese fracaso les decían: “Amigo, haz sufrido “minusvalía” en tu fondo de retiro”. Pronto los dueños de las Afores, para ir a lo seguro ¡le prestan al gobierno!. Otros, como Carlos Slim meten los ahorros en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), obra que es cancelada, pegan el grito  al cielo  los empresarios, constructores como un familiar político de Carlos Salinas de Gortari. No se preocupen, se les dice. Todo lo que han invertido se les pagara, regresará puntualmente. Y en efecto así sucedió. Todos contentos.

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