Hemos entendido que en la democracia no hay nada definido, hoy es vox populi, vos de Dios sobre el hecho de que Morena nuevamente se alzará con el triunfo presidencial, otra vez en el 2024, por mero sentido común, ello no es cierto, pues pueden ocurrir muchas cosas, más observando el papel comodino de los partidos políticos, unos porque creen que van a ganar y otros porque de antemano se dan por derrotados.
Ahora la llamada oposición sale con la idea, de que buscarán a personalidades de la sociedad civil, para que les hagan el favor de participar por ellos, como personas apartidistas. Al PRI, PAN, PRD les da pena, vergüenza de lo que son, saben de que la población en general guarda hacia ellos un verdadero repudio, por el tanto mal que nos han provocado. Y lo peor tales partidos no tienen la valentía de hacer pública confesión de sus barbaridades, robos, crímenes que ya para nadie son desconocidos, ahora, tal y como lo intentaron con la nulidad llamada José Antonio Meade, el PRI en el 2018, pretendió lavarse la cara con un sujeto que aseguraba ser independiente, de no tener la más mínima relación con los priistas, al grado de que indignamente, con poca hombría dice a los tricolores “háganme suyo”.
Nuestra gente, todos los habitantes de éste país, con golpes, ataques, violencia hemos aprendido el nefasto papel que cumplen los partidos, tratando de seguir mediatizando, atontando, engañando a la ciudadanía para quedar solamente bien con una minoría que se ha enriquecido como nunca se había visto, tomando, robando lo que es de nosotros.
Como va a ganar Morena si han mostrado desprecio a la situación que guarda el Lago de Pátzcuaro. No se ha deseado llegar al extremo del hecho sobre Ayotzinapa, donde es ya una verdad, muy adelantada, del papel que juega el ejército en la desaparición de 43 normalistas. No han querido resolver una huelga minera que en Cananea, Sonora pronto cumplirá 16 años, estuvimos ahí con los mineros y fue desgarrador escuchar los testimonios de los familiares de los barreteros que dejaron de estudiar, que murieron por no recibir atención médica. Creímos, ingenuamente, que con el nuevo gobierno federal muchas cosas se iban a solucionar.
Escandalosamente ya en Pátzcuaro, se vuelven a perfilar los mismos de siempre para recoger la estafeta de Julio Arreola, cartuchos quemados que ya llevan treinta, cuarenta años de andar en la grilla, viendo sólo por sus intereses. Hoy es necesario que los partidos recuperen su papel, que dejen atrás sus miserables intereses y propongan a una buena administración, que no debe hacer nada, solo tratar de hacer bien las cosas, para que se nos informe cual es la verdadera situación que guarda el municipio, después de ello otra, dos administraciones con pleno conocimiento de las cosas trataran de hacer algo por esta región que se ha estancado en todos los sentidos.