Fidel Rodríguez z Ramos

   Una preocupación por parte de quienes aspiran a la Presidencia en el 2024 en México, debería de ser el presentar una disculpa a la sociedad, por el tremendo daño que le causaron a la misma, sus partidos en los últimos veinte años, pues sumisamente obedecieron todos las nefastas medidas que se diseñaron en los EUA para someternos hasta extremos, nunca antes conocidos, desde Washington les pidieron al PRI, PAN, PRD cambiar muchas veces la Constitución para perder lo que habíamos conquistado, como la producción propia de alimentos, hoy ya no se siembra maíz, sino aguacate, frutos rojos, hortalizas no por nuestros campesinos, sino por empresas yanquis en Michoacán, Sinaloa, Coahuila y Baja California.

  Cambiando las leyes, les quitaron las plazas automáticas a los que salían de las normales. Permitieron que italianos, españoles, yanquis le metieran el diente a Pemex y Comisión Federal de Electricidad. El colmo fue, el admitir la posibilidad de que los extranjeros, recurrieran, legalmente, a tribunales internacionales para reclamar cuando vieran el peligro de no seguir enriqueciéndose, a manos llenas.

  Hoy con el argumento de tumbar al partido del actual gobierno, extienden una cortina de humo, para ocultar su traición a la patria. Quien llegue a la Presidencia, será para seguir en esa línea de robo hacia nosotros. Hablan los opositores a Morena de unidad, pero no les interesa, pues basta ver la cara de Beatriz Paredes para ver su desesperación, al reconocer que Xóchitl Gálvez le comió el mandado, no sólo a ella sino a Santiago Creel que estuvo a punto de llorar, cuando sabe de las intenciones de la humilde indígena, a quien nunca le vimos darse una vueltita en Chiapas en el 1994 cuando “sus hermanos” se levantaron en armas. Nunca nos dimos cuenta de su condena, cuando mataron a decenas de indígenas en Acteal, Chiapas cuando rezaban.

  Desesperación se ve en todos los partidos, porque la ingeniera Gálvez les viene a tronar el teatro. Si hemos de creer a lo que dice Enrique Gómez en El Universal el pasado 7 de julio, la mismísima Claudia Sheimbaum le promete a Gálvez una senaduría y, o un puesto en el futuro gabinete, que supuestamente encabezará Claudia, para que se aplaque la aborigen.  Aplaudida ya por millones de gentes por estar repitiendo todo el atrevido papel que juega Fox en el 2000, mandando por un tubo al PAN, para irse por la libre, tras formar la organización Amigos de Fox, recordemos que los panistas debieron morderse la lengua y aceptar que no había de otra, apoyar al señor de las botas.

   Hoy el PAN se ve en el mismo escenario, no hallan como quitarse de encima a Xóchitl, pues se lo exige el PRI, PRD. Por ello es casi seguro que un partido diferente la “haga suya”, que muchas organizaciones de la sociedad civil, que brotaron como hongos, la arropen, pues ya desde hoy saben que Xóchitl tiene ya más de la mitad del triunfo presidencial en la bolsa. No hay más, la aborigen ha resultado ser toda una novedad, frente al acartonamiento, poca energía, autonomía, libertad de los demás candidatos de todos los partidos que se ven patéticos, sin saber qué hacer, esperar “órdenes superiores” no les valió de nada.

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