Fidel Rodríguez Ramos
Ante el alejamiento de millones de personas del quehacer político, a la que solamente se le permite votar, porque hasta ahí ha avanzado la democracia en México, es relativamente fácil imaginar lo que habrá de suceder en las elecciones presidenciales del 2024.
En los archivos de Reflejo de Michoacán, hay la evidencia temprana de que Claudia Sheimbaum se habría de medir con Lilly Téllez, quien en TV Azteca (un canal nuestro que vende Salinas de Gortari), se dedicaba a leer noticias. Oh con Xóchitl Gálvez una panista que presume de haber vivido en la pobreza, y pese a todo llega a ser una próspera empresaria, que gusta de los edificios inteligentes, fan del Cruz Azul y ocupar con Fox la Secretaría de Asuntos Indígenas, de su paso por ahí, sólo se le conoce su gusto por los huipiles.
Si hoy la candidata, candidatos de Morena andan gastando treinta millones de pesos, visitando diversas partes del país, tiene como fin, cuidar a Claudia, no someterla a un debate donde fácilmente sería rebasada por Fernández Noroña. Si la competencia fuera clara, la consulta, encuesta favorecería a Marcelo Ebrard quien tiene un importante papel al enfrentar la epidemia del Covid-19. Además de estar en muchos asuntos internacionales. A Claudia, y no tiene la culpa, la persiguen incendios de mercados, accidentes letales en el metro, caída de dos chamacas en una coladera, asaltos. Si la encuesta es a favor de Claudia, seguramente Ebrard huirá a otro partido y, entonces las cosas se saldrán de control.
Suponiendo que la competencia sea entre Claudia y Xóchitl, los electores calibrarán la trayectoria de las dos mujeres, Xóchitl se ha encadenado, vestido de botarga y ante la alegría, morbo que nos envilece como personas, de reporteros ha ido a tocar las puertas de Palacio Nacional, exigiendo su derecho de ser atendida por Obrador a quien pensaba reclamarle ciertas cosas que el presidente dijo sobre ella y que no le gustaron. La señora, empujada por Vicente Fox y muchas y muchos que se ríen de ella, a sus espaldas, por sus ocurrencias la tienen como la verdadera carta fuerte de la derecha, de la oposición que una vez más muestra su pobre vocación para la política, pero que se puede esperar de ellos, de sus antepasados que siempre han mostrado un irracional desprecio por la patria que les ve nacer, por ello pelearon con los franceses para avasallarnos. ¿Hasta cuándo, otra “carta fuerte” de la derecha, como Santiago Creel dejará de perjudicarnos, no se ha conformado con el dominio, disfrute, riquezas que su familia ha tenido en México desde hace ya un siglo?.