Adén Castro
A través de la historia reciente de nuestro país, los medios de comunicación nacionales, estatales y locales han creado un sin fin de notas que hacen alusión a qué los gobiernos que representa la ultraderecha conservadora es la forma más efectiva de tener orden y progreso en nuestro país.
En las últimas tres décadas, personajes como: Denise Maerker, Javier Alatorre, Jorge Zarza, Ciro Gómez Leyva, Alejandro Villalvazo, Joaquín López Doriga y no olvidemos mencionar al experto en montajes Carlos Loret de Mola así como un sin fin de innombrables mercenarios de la tinta, se han encargado de encabezar desde operativos como el de Atenco así como a protagonizar una serie de montajes televisivos que distan mucho de su labor periodística.
Hoy, personajes como un tal Loret de Mola, incursiona junto a un payaso de mala facha y gusto conocido en el mundo televisivo como “Brozo” que juega a ser periodista en un medio denominado Latinus, donde montan escenarios para denostar y desprestigiar la imagen de la 4T, lanzando mensajes donde culpan al gobierno de todos los males que hay en el país, enviando un mensaje oculto pero visto a todas luces que habla de que detrás de esto puede estar un personaje conocido como el señor “X”.
Por otro lado en estos últimos años, ha salido a la luz otro medio denominado Atypical Tv, dirigido por Carlos Alazraki, que claramente está a disposición de las altas esferas del PAN y el PRI, quienes gozan salir frente a la cámara, haciendo el ridículo, enviados claramente por el señor “X” para de igual forma intentar ridiculizar al gobierno en turno y a toda la parte que no simpatizamos con dichos partidos e ideas.
Puesto como manifiesto estos antecedentes, pero eso sí, aclarando que es una pequeña muestra porque podríamos tardar mucho analizando, pero para no aburrirlo estimado lector, entremos de lleno al tema. Hace años para algunos de nosotros, la televisión dejo de ser considerado un medio útil para aprender o informarnos, ya que los contenidos basura siguen prevaleciendo y principalmente los del duopolio televisivo nacional, por ejemplo, está semana un programa llamado “Venga La Alegría” nos da lecciones de como abrazar un árbol y su utilidad según ellos para reencontrarnos con nosotros mismos.
Creímos fielmente que los medios de comunicación no influyen en las personas pero esa bonita tradición heredada por Jacobo Zabludovsky aún sigue vigente donde con tristeza vemos diariamente que en cadena nacional, personajes como Ciro Gómez Leyva, Alejandro Villalvazo, Javier Alatorre, Carlos Loret de Mola y muchos más han emprendido una campaña de apoyo a favor de la persona que le quitó el lugar a un sin fin de aspirantes a la candidatura a la presidencia de la república, aglutinados en un frente destinado al fracaso, carente de ideología e identidad política, una persona originaria de Hidalgo que al parecer está llena de ocurrencias al igual que el del grupo Atlacomulco. Claro, hablábamos de la señora Gálvez, la persona nacida en una comunidad originaria, una mujer quien para muchos ya es un icono del indigenismo mexicano, bandera con la que se pretende sembrar conciencias en el país.
Pero la saña en contra de la 4T va más allá, en una cápsula emitida por la empresa Megacable llamada “100 palabras”, ha sido desde hace tiempo la burla nacional, ya que andan mal en datos y estadísticas, está semana hicieron un ridículo de magnitudes colosales argumentando que la señora Gálvez creo lo que fuera en su momento el Instituto Nacional Indigenista, hoy INPI. ¡Hágame usted el favor! En otros canales televisivos de la capital michoacana también la campaña de desprestigio al gobierno federal se hace presente pero se replica lo mismo, unos analistas que tienen lo que yo de comunicador, osea nada, solo replican lo que un guión mediocre les dicta que decir frente a las cámaras, su postura y profesionalismo deja mucho que desear y es ahí donde claramente se ve su formación y falta de criterio, con esto se comprueba que los medios están controlados por el señor X., por las CÚPULAS de los partidos políticos y se nota que los periodistas siguen siendo mercenarios de la tinta al servicio de los despreciables del poder.